¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Mataré a ese hombre, solo por ti-, dijo Natasha, mirando como las lágrimas corrían por tu rostro.
Soltaste una triste risa, Natasha se esforzaba por hacerte reír. Aún más cuando ambas, escondidas de los demás, lloraban abrazadas; cuando ambas no podían más.
-No, no tendrías que hacer eso-, dijiste mientras jugabas con tu pelo entre tus dedos -. Seríamos peores que ellos, imagina eso. Estaríamos matándolo solo porque él obedeció. Seríamos peores que esos... ¡Que esos enfermos y horribles monstruos!-, tu voz aumentaba a medida que tu rabia también lo hacía.
-Shh, moya lyubov-, Natasha siempre te llamaba 'mi amor' en ruso -. Van a escucharte.
Tu espalda quemaba en donde los látigos habían llegado a pegarte, haciendo que tu piel estuviera abierta y perdieras sangre. Tu cuerpo estaba lleno de cicatrices, como si el daño mental no fuera suficiente.
-Natasha-, murmuraste y la miraste a los ojos -. Prométeme que, si alguna vez salimos de aquí, quemaremos el lugar con todos dentro, y liberaremos a los demás.
Natasha bajó la vista, observando sus manos entrelazadas, para luego volver a mirarte a los ojos.
-Lo prometo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.