Calum puede llegar a ser un pesado. No lo hace adrede pero hay días, muchos días, que siente la necesidad de demostrar su amor cada momento.
- ¿Por qué no me dejas aire, Cal?- dirías cien veces ese día.
- Porque eres demasiado blandita.
Y así, señores, es como se gasta un día productivo en los brazos de Calum Hood.