Abriste lo ojos cuando escuchaste un gemido de dolor. El techo estaba pintado de negro, repleto de pósteres de bandas de música de las que tanto habías oído hablar. Un ligero olor a desodorante llamó tu atención, no era el aroma que salía cada mañana del cuarto de baño de tu hermano. Para nada. Ese era el olor del desodorante de Michael.
- ¡Por favor!
Michael estaba en calzoncillos, con el pelo hecho un nido de pájaros. Acababa de tropezarse con el montón de libros abiertos que tenía sobre una alfombra. Se agachó para recolocar la montaña de libros que jamás había estudiado, murmurando lo torpe que era.
Te sentaste sobre la cama, apretando la sábana contra tu pecho desnudo.
Pecho desnudo. Sábana amarilla. Olor al desodorante de tu novio. Michael en calzoncillos. Tú desnuda. La cama arrugada.
Entonces lo recordaste todo.
- ¿Por qué tengo que ser tan desordenado ahora?- lo oíste quejarse, poniéndose en pie.
Cuando se puso de pié y miró hacia su cama, te diste cuenta que él pretendía verte aun dormida. Tal vez pretendía salir de ahí y dejarte dormida en su cama, tratar de hacer un desayuno o simplemente huir.
Ambos se quedaron callaron.
Poco a poco sentiste el calor subir a tus mejillas. Michael tragó saliva ruidosamente, trató de arreglar su cabello y ocultó su notable sonrojo inútilmente.
- Yo...-se llevó la mano al cuello.- Me... mmm.. creo que... bueno.
Un segundo después corrió fuera de su habitación, dejándote sola con una cama como recuerdo.
HE VUELTO.
BUENO, NO DEL TODO. AYER MISMO HICE MI ÚLTIMO EXAMEN DE FÍSICA Y SE ME HA QUITADO UN GRAN PESO DE ENCIMA.
LAS PRÓXIMAS TRES SEMANAS VAN A SER ESTRESANTES, ASÍ QUE DECIDÍ ESCRIBIR ALGO AHORA QUE TENGO UN MOMENTO LIBRE.
¿OS HA GUSTADO? ¿QUERÉIS QUE LO HAGA CON LOS DEMÁS CHICOS O PREFERÍS QUE CAMBIE EL TEMA?
¿QUÉ TAL TODO? ¿CUÁNDO SE OS ACABAN LAS CLASES?
UN SALUDITO.
ALEAVE
