El camarero te mira raro, como si tuvieses un mono en la frente. Ashton, a tu lado, eructa y se echa a reír mientras pasa su brazo sobre tus hombros.
- ¿Algún problema?- le dice al camarero.- Mi novia quiere otra ración de nachos.
- ¿Más?- pregunta él, sorprendido.
Asientes feliz y te apoyas en el hombro de tu novio.
Cuando se trata de nachos, nunca es suficiente.