Capitulo 20 "El vestido perfecto"

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Hoy era uno de esos dias en los que al despertar no comprendía el porque de mi mal estar, uno de esos en que solo tienes ganas de llorar sin sentido alguno. Quizás era solo una forma de darle un poco mas de sentido a mi vida.
Es tan extraño una vez que te acostumbras a esa sensación de siempre tener problemas, una vez que estas bien buscas las razones para estar angustiada, enojada o hasta llegar a recordar cosas sin sentido, entonces ahí va de nuevo, la boba que llora por todo.

Se que hoy tenia la fiesta con Stephan y que tambien debí decidir entre ir con él o quedarme en casa mirando películas, a veces necesitaba la soledad, muchas veces no era suficiente y nadie lo comprendía.
Se que hoy debia fingir que nada me sucede y seguir con mi vida, tratando de que lo malo no sea lo acaparador.

Solo es que cansaba que todos pensaran que yo no salgo de aqui por el simple hecho de que nadie me invita o algo asi, ojalá pudieran comprender de lo que disfruto estar sola y lo único que necesito en esta vida es a alguien que se siente a mi lado haciéndome sentir amada y acompañándome a estar sola.
¿Soñar no cuesta nada o si?

Justo en el momento menos pensado llega esa distracción que tanto necesitaba.

*Whatsapp de Stephan*

-Hola bonita llegó el día...

Por un segundo había olvidado la fiesta, quizás seria una buena idea de distracción.

-Asi es, ¿A que hora pasarás por mi?

-La fiesta comienza a las 23:00hs, a las 22:30 estaré allí.

-Okey, nos vemos.

-Ponte mas bonita. Nos vemos.

-¡Gracias! Tu igual.





Ahora debería mandarle a las chicas para que me ayuden a escoger algún vestido o lo que sea que me pondría, por lo que había dicho Stephan, la fiesta era cerca de una especie de playa, eso era mas que agradable, amaba la playa.

El día anterior no tuve mucho tiempo para mirar algunos vestidos ni mucho menos salir de compras.
Luego de casa de Elián y cientos de encuestas de parte de mis amigas y mi hermano, me di una ducha y dormí profundamente.
Vi a mi madre de paso, se ha pasado casi dos dias enteros en el maldito hospital, lo poco que la vi fue para pedir su permiso y acepto de inmediato. Solo porque cree que William irá y ojalá sea mentira. No quería cargar con guardaespaldas toda la santa noche.

-Hola engendro vine lo mas rápido que pude.-Dijo Quim abriendo la puerta.

-Al fin... Todavía no se que ponerme.-Dije quejosa.

-Lo se. Igual esa cara habla por ti. Y sucede algo mas que un simple atuendo.-Me conocía mejor que yo esta chica.

-Nada. Son solo cosas mías.-Le dije y si que era cierto. Ni yo sabia que me pasaba.-

-Escucha. Si no quieres ir a esa fiesta no vayas, sabes que cuentas con nuestro apoyo, piensen lo que piensen.-Amaba los consejos que me daba.

Y no tenía demasiadas ganas de fiesta. Pero iría de todos modos, debía divertirme un poco.

-Tengo ganas de divertirme.-

-De acuerdo, pero si ves algo que te desagrada o la estas pasando feo. No dudes en volver aqui o ir a casa.. Ya sabes.-

-Lo se, y te adoro por eso.-Dije abrazando a mi amiga.

-¿Y Emily?.-Dijo sorprendida.

-Sigue enojada por lo de ayer, y dejarla todo el medio día sola... Con William.-Dije riendo.-Ya se le pasará.

-Y que sea rápido.-

Estuvimos hablando y moviendo casi todo mi closet, juro que recorrimos cada rincón, ya era mediodía y como casi costumbre pedimos delivery. La mala noticia era que todavía no tenia ninguna decisión sobre que ponerme.
Al terminar la comida Quim dijo que vayamos a su casa, por si tenia algún vestido que me quede.
Genial, ir a pedirle ropa a esta chica con sus curvas tremendamente sexis, seria un bichito de luz en una bombilla.

-¿Que tal este?.-Dijo mostrando un bello vestido azul noche.-Convine con tus ojos belleza.-

-¿Tu que dices? No es demaciado...-Dije mirando atentamente el vestido.

-Sabes cuantas morirían por estar en tu puesto y salir con el precioso Stephan. Nada es demaciado, algunas irían desnudas.-Reí ante su comentario.

-Okey, pero solo para estar seguras muéstrame mas.-Dije haciendo carita de perro.

-Siempre lo mismo contigo... Esta situación me recuerda a navidad cuando eran las 23:50 y tu seguías indecisa.-E inmediatamente reímos las dos.

-Lo siento amiga, no todo me queda estupendo como a ti.-

-Lo se, pequeño escremento.- Dijo peinando su suave cabello.

-Eres tan considerada..-Dije de forma mas irónica que pude.

-Buenas, buenas... Llegó su salvación.-Dijo una voz abriendo la puerta que sostenía un bello vestido negro de espalda descubierta.

-OH POR DIOS, POR ESO TE AMO MI CHICA.-Dijo Quim empujando a que entrara lo mas rápido posible.

-¿Es hermoso cierto?.-Dijo moviendo el vestido de un lado a otro.

-Si. Eres genial, creí que estabas enojada boba.-Dije tomando su brazo.

-Si. Lo estaba... Pero ya paso. Ahora tienes que probarte ese vestido, se que te quedará perfecto.-

-Okey, esperen y saquen fotos.-Dije riendo.

Entré al baño del cuarto de Quim y saque toda mi ropa, este vestido era hermoso. Elegante y atrevido a la vez. No se de donde lo habia sacado Emily, pero es increíble.
Una vez que me prendo lo que queda salgo mirando mis piernas.

-Dios Cinthia te ves hermosa cielo.-Dijo Quim sacando fotos sin parar.

-Lo se, es... No lo se, el vestido perfecto. Eres la mejor Emily.-Dije abrazándola.

-No señorita. No agradecerás nada, es un regalo.-

-Debes estar bromeando. ¿Y yo porque?.-Dije asombrada.

-Eso eh, ¿Porqué ella?.-Dijo Quim en un tono celoso.

-Porque a ti te regalé para tu graduación y Cinthia eres mi mejor amiga de toda la vida. No debe haber razón, te quiero y eso es suficiente.-

-LAS AMO CHICAS.-Dije agarrando de los brazos a ese par.

-Yo te daré estos zapatos, serás una Reyna.-Me dijo Quim buscando en sus cajones.

-Stephan y todos los chicos morirán por ti, eso es seguro.-Sonrió Emily.

-Solo quiero que sea una gran noche.-Dije guiñando mi ojo izquierdo.

-¡¡Esa es mi niña!!.-Exclamó Quim.

-Que comience tu noche.-Dijo Emily.
Que comience la noche, pensé.






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