Capítulo 24 "Quería sorprenderte"

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Al llegar a la sala, estaban sentados. Jonathan y mamá en sofás separados, pero en la misma sala. Esto ya había pasado y juro que si llega a ocurrir lo mismo de siempre me voy donde sea.

-Hola mi amor ¿Como te encuentras?.-Dijo mamá preocupada.

-Si, mamá estoy bien.-Dije cortante.

-Hija...- Jonathan habló y al instante mi mente sintió repulsión.

-Tu ni me hables.-Dije aun parada al lado de mi hermano.

-Queremos hablar con uatedes.-Dijeron al unísono.

-¿Que sucede?.-Mi hermano pegado a mi, preguntó curioso. Y yo que creí que el sabia.

-Su papá los quiere llevar un fin de semana a su hogar.-Dijo mamá casi susurrando. Se que a ella seguramente le daba igual, nunca estaba en casa.

-Claro que no.-Dije inmediatamente.

-¿Tu te crees que somos niños y nos puedes llevar cuando se te antoje? No se para que rayos deseas llevarnos al agujero en donde vivas, pero no iré y mucho menos Cinthia.-Dijo regalando una cálida sonrisa hacia mi. Esas que me hacían saber que el me protegería ante cualquier cosa.

-Solo sera un fin de semana, se que eres todo un adulto William, pero quiero que vayan ambos. Estoy muy arrepentido de todo.-Dijo pasándose de su asiento.

-Es tarde para arrepentimientos, te hubieras dado cuenta antes. Maldito cobarde.-Y di el único escupitajo en toda mi vida.

-CINTHIA POR FAVOR MADURA, NIÑA MALCRIADA.-Gritó fuerte.

-Como te atreves a hablar de criansas, eres el menos indicado. Vete inmediatamente de esta casa papá.- William, lo seguía llamando así, se que para el fue mucho mas difícil que con respecto a mi. El lo amo hasta el último día en que nos abandono.

-Esta bien, lo haré. Pero quiero que sepan bien que cuando deseen los buscaré y llevaré a mi hogar. Confíen en mi. Adiós.-Dijo dirigiéndose a la puerta, solo.

Nadie lo acompañó. Eso se merecía de nosotros. El mismo desprecio que nos brindó hace años. Estaba totalmente loco si pensó que ayudando a que regrese a casa de una simple fiesta haría que regrese a nuestras vidas.

-Ustedes no irán a ningún sitio si no desean, ya son adultos y deciden por si mismos. Jamás dejaré que los obliguen a nada.-Dijo pasándose de una esquina a otra para abrazarme. 

Desde que entró la voz de Jonathan en mis oídos que deseaba esos abrazos que de niña me daba mi madre.
Cada noche que soñaba a llantos el regreso de mi hasta entonces padre.
El no tiene idea de cuanto esperé a que se hiciera presente, cada cumpleaños o navidad.
Nadie entiende el dolor que causa esperar y desear con todas tus fuerzas algo que jamas pasarà.
Me canse, cansa esperar a un hombre que abandono a su familia para estar con mujeres de cualquiera clase, estatura o peso.
Jamás imagine lo basura que era, era tan pequeña. ¿Porque mi padre no podía ser un héroe como el de muchas chicas? Porque mi papá tubo que desepcionarme desde niña y fallar de esa manera.
Hay dolores en la vida que se olvidan o vas esquivando en el camino. Pero la sensación de decepción que se siente cuando te falla lo mas preciado en muchos momentos de tu vida, es inolvidable e imperdonable.
Jamás tuve padre y nunca lo tendré.

-Mamá porque dejaste que entrará.-Dije en llanto, llanto que causaron mis estúpidos pensamientos.

-No llores mi niña. Te prometo que jamas volverá.-Eso dices siempre, pensé.

Entonces recordé a Emily y Quim esperando en mi cuarto, lo había olvidado por completo. Mis amigas habían escuchado todo, pero eso no era lo que importaba. Deseaba con todas mis ganas tomar una ducha de agua tibia que me haga olvidar de los problemas por un rato.

Atrévete a soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora