Capítulo 25 "Miradas extrañas"

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La madrugada se hizo eterna al lado de este chico, pero en el mejor sentido de todos. Platicamos de todo lo posible, hasta quedar dormidos. Bueno, hasta que yo dormí.
Recordó mi encuentro con Austin en la fiesta. Dijo que le agradé a pesar de entromererme en su baño y ser testarada.

Típico de ti. Dijo Elián.

También el que si le hubiese hecho caso en ir con ellos, nada me hubiese pasado. Reí con ese comentario, estoy segura que Stephan no tubo que ver con lo que paso.

Eran las 10 de la mañana, como pensé. Demasiado tarde para ir al colegio, no era de faltar nunca. No me haría mal no ir por un dia.

Baje a preparar el desayuno, no sin antes divisar a Elián durmiendo como un pequeño angelito.

-Buen dia Julieta.-Dijo con voz gruesa de recién despierto.

-Me quedó el apodo eh, creí que dormías.-Dije riendo.

-Pues... No.-

-Okey, siéntate si quieres preparo tu desayuno.-Dije tomando unos huevos.

-Creo que debo irme, pasará algo malo si tu hermano descubre que estuve aquí...-Dijo nervioso.

-Claro que no, ¿Que hará ese imbécil?.-Reí.

-No lo se, ya me advirtió una vez ¿Recuerdas?.-

-Déjate de tonterías Elián, no pasará nada, lo juro. El esta en tu casa y tu en la de él.- Dije obvia.

-Eso espero...- Yo también, creo.

-Y... ¿Te quedaras para siempre aquí?.-Pregunté recordando que pronto tendría un viaje.

-No lo se, es muy bonito estar aquí, pero viajar es algo que amo y una costumbre en mi vida.- Dijo removiendo el jugo.

-Debe ser duro para ti, chico nómada.-Rió a carcajadas.

-Eres imposible Cinthia.-Sonrió.-De hecho ahora hay motivos para quedarme.-Dijo levantando su mirada.

-Aaah ¿Si? Deben de ser importantes, para cambiar viajes y eso.-

-Lo es, tengo un objetivo y aunque aún sea pronto para saberlo, creo que voy por el camino correcto.-Bebió su jugo mirando a mis ojos.

-Bien... La vida es eso, colocarse objetivos nuevos por mas que tengas todo lo que desees.-

-Excelentes palabras.- Dijo acercando su silla a la mía.- Y tu Cinthia Grey ¿Tienes objetivos?.-

-De hecho si... Ser amadamente feliz.- Si, lo mio era inventar verbos para frases tiernas.

-Esa palabra no existe.-Rió.

-Pero su significado si.-

-Creo que nos hemos colado el mismo objetivo niña.- Colocó sus manos sobre la mesa.

Movió su boca a un costado, observé como quería acercar sus manos a las mías. ¿Porque tenía que ser tan educado? Otro en su lugar desde anoche se me hubiera lanzado en brazos.
Amaba su especie de timidez intimidante.
Eso lo diferencia de todos los imbéciles.

-¿Que demonios sucede aquí?.- Rayos.

-Solo desayunamos.-Contesté rápido.

-Si, veo.-Observó a Elián con incertidumbre.

-Cinthia vamos al cuarto un segundo.-

-Lo que tengas que decir dilo delante de Elián.-

-Como quieras. ¿Que hace el aqui? ¿TU DORMISTE CON MI HERNANITA, MALDITO?.- Iba a asesinarlo, no entendía como a Elián, le seguía agradando.

-Sabes... Ya cállate William. El vino a visitarme, y le pedí que se quede. Ya que no me sentía bien y MI UNICO HERMANO ME DEJO PARA VERSE CON SU NOVIESILLA.- Elián estaba tan nervioso y solo me miraba con cara de "Te lo dije" eso no servía de mucho, amigo.

-Lo siento, no es manera de quedarse. A dormir... Es demasiado.-

-¿Que? Cual es la manera. Apuesto a que es si tu lo mandas.- Dije mientras levantaba los trastos.

-Cinthia, no es así.-Suspiró resignado.-Escucha, lo siento, por dejarte sola. Fuí un idiota.-Seguía ignorando sus palabras.

-La culpa es mía, yo quería saber como se encontraba, William, jamás me aprovecharía de Cinthia, ni de ella ni de nadie. Demonios. Es increíble que pienses eso.- ¡Ese era mi chico! Digo... Mi amigo.

-No nací ayer. Como se que no eres mal chico. Te conozco desde un par de días. AL IGUAL QUE TU CINTHIA.-Era tan terco, odiaba que se ponga así.

-Solo lo se, y sabes que se defenderme sola. Jamás confíe en un extraño. Elián... Es... Confiable.-Logre decir pensando cada palabra.

-William, cuando digo que jamás le haría daño a Cinthia no miento.-

-Escuchen... Confío en ambos y ya es la segunda vez que duermen juntos, juro que a la tercera no respondo de mi, Elián.-Dijo tomando el cuchillo.

-WILLIAM.-Grité mirando su cuchilla.

-Solo es una broma, enana.-Dijo bajando el arma punzante.

-Además dicen que la tercera es la vencida hermanito.-Dije alzando una ceja.
Elián rio, luego de ponerse algo rojo.

-No te atreverías.-Alzo un poco la voz Will.

-No te tengo miedo William Grey.-

-Deberías, chiquita.- Comenzó a reír como loco, dios, es un idiota.

Los tres comenzamos a ver televisión como si nada hubiese pasado, maldito William bipolar.

Elián luego de ver tele, me invito a su hogar, acepte con gusto y sin reclamos de Will, ya que el iría también.

Tomé una larga ducha y cambié mi pijama.
Vestía una blusa liza y una de mis faldas favoritas.
Todos terminamos de alistarnos y subimos al auto de Elián. Al hermoso auto de Elián, cuanto amaba ese maldito auto.
Hermoso dia, el cielo estaba cubierto por su manto celeste característico. Los días así me ponían de excelente humor sin importar que pase a mi al rededor, miraría el cielo y estatua feliz.
Las calles estaban repletas de gente y pancartas de la próxima feria que se acerca en la ciudad, odiaba esas cosas.

Al llegar a la casa de Elián, no había nadie. Su tía viajó quien sabe a donde y su padre, no lo se, quizás como de costumbre tampoco estaba allí.

Sus padres me generaban tanta curiosidad como el, solo que a Elián si lo conocía en persona.

-Siéntense en su propia casa. Tomaré un baño, enseguida regreso.-Dijo Elián dirigiéndose a las habitaciones de arriba.

El ambiente seguía tenso entre mi hermano y yo, no le perdonaré tan fácil el horrible momento que le hizo pasar a Elián.

Me levante del sofá sin decir palabras, iría a recorrer esta bella casa.
Sin duda el jardín era de lo mas bonito que había visto en mi vida.
Árboles por todas partes y flores de diferentes colores y aromas deliciosos adornaban esta especie de mini paraíso casero.

Una piscina inmensa que abarcaba casi la mitad del lugar, una pequeña cabaña pegada a ella, deseaba conocer esa casita.
Miré hacia ambos lados y el unico modo de llegar era metiéndose al agua, el camino era demasiado angostó y caería de todos modos. Quizás algún dia podré conocer esa cabaña tan acogedora.

-¿Jovencita que hace aqui?.-Preguntó una voz extremadamente gruesa, hizo que mis latidos se acelerarán.

Giré a ver el rostro del hombre de la llamativa voz, era de apariencia ruda y musculoso. Tes blanca, sus tenebrosos ojos azules expandian un brillo que se observaba a lo lejos. Su vestimenta era totalmente negra, cosa que hacia que sus ojos resultaran mucho mas.

Aclare mi voz, antes de hablar y quedar mas espantada de lo que estaba.

-Hola, soy Cinthia amiga de Elián.-Dije nerviosa.-Disculpe pero... ¿Usted quien es?.-Junte valor y me acerque al hombre.



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