Capitulo 23 "De la nada regresa"

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Mis párpados pesaban como troncos y lo último que recuerdo era la mirada preocupada de Stephan. No tenia idea de como había llegado a mi cuarto ni mucho menos que hora era.

-Buenas tardes princesa.- Esa voz ya casi ni la recordaba hace años que trate de olvidarla. Pero regresaba como lombriz al lodo.

-¿Que haces tu aquí?.- Pregunté levantándome de inmediato. Mi cabeza iba a explotar pero me importaba poco ahora.

-Cinthia no empieces por favor.-Dijo tratando de acercarse a mi a lo que me alejé inmediatamente.

-Tu empezaste hace mas de diez años.- Era una de esas visitas que jamás querías que llegue y un día de la nada regresa.
Solo tuve la cortesía que se merecía y lo miré de reojo.

-Por favor Cinthia, de veras estoy arrepentido de todo y lo sabes. Ya creciste lo suficiente para saber que son cosas que pasan.- No podia creer su hipocresía.

-¿Cosas que pasan?¿COSAS QUE PASAN? Lárgate de mi habitación inmediatamente.- Dije parándome de mi cama algo mareada.

-Cinthia por favor, acuéstate nuevamente que eso pidió el medico.-Me agarró el brazo, para volver a la cama.

-Yo se muy bien cuidarme sola. Vete de aquí.-Dije saltándome de su agarre.

-Cálmate. Esta Quimey abajo esperando. Ella vendrá y me iré si te deja mas tranquila.- Dijo tratando de hablar pacíficamente.

-Que te vayas de mi vida para siempre, me hace bien.- Dije tapándome con la sabana.

-Ya basta Cinthia. Yo te quiero mi niña.-Dijo abriendo la puerta para irse.

-¡¡AAAAAAAAHH!!.-Grité con todas mis fuerzas. Estoy segura que se escuchó abajo, y en todo el alrededor de la casa.

Que rayos hacia este imbécil aquí, lo detesto, lo odio con todo mi maldita sangre.
Hijo de perra, no merece ni que le haya dirigido la palabra a gritos.

Empecé a golpear la almohada, como si la pobre tenia la culpa. Decidí calmarme por mi bien y el de todos.

Inhala y exhalar.

Era lo que siempre me decía mi hermano que haga para no sacar lo peor de mi con respecto a ese hombre, a él le habia funcionado varias veces.
Con esa acción a evitado golpearlo por tantas estupideces que cometió, y seguramente seguirá cometiendo.

-Hola amiga.-Entró corriendo Quim y me abrazó.

-Creo que estaba bien hasta que vi a ese imbécil.-Dije aún abrazada a ella.

-Lo se. Sabes, se que no es fácil para ti y yo también lo detesto por todo el daño que les causó. Pero si no fuera por él, tu no se donde estarías.- No se a que se refería, pero eso no cambiara mis sentimientos.

-¿Como dices? ¿Te refieres a mi presencia en el mundo o que? Porque es lo unico bueno que hizo.- Dije mirando a sus ojos.

-¿No recuerdas nada, verdad?.-Negué con mi cabeza, a lo que ella siguió hablando.-En la fiesta. .. Sufriste un desmayo, Stephan de inmediato quiso sacarte de ahí, pero su camioneta le falló en el momento menos pensado, tu no despertabas y todo era mas preocupante aún. Emily llamó a la ambulancia así te asistiera, pero todo demoraba demasiado y no sabíamos el porque de tu desmayo.- Entonces...

-Espera... ¿Sabíamos? ¿Tu fuiste a la fiesta?.-Pregunté intrigada.

-Eso no importa Cinthia.-

-Claro que si importa. ¿Porque no me dijiste?.-Pregunté casi triste.

-No lo se, es que me invitó ese chico del que te hable y todavía no quiero contarte nada. Porque se que si hablo de el contigo, lo tomarás como una relación seria y yo tambien. Y todavía no lo es. No quiero pasar horas y horas hablando de un chico contigo.- En cierto punto si tenia razón, de todos modos quería saber cada segundo de la vida de mis mejores amigas.
Y no me gustaba que me ocultaran ni la mas mínima pavada.

-Sabes que me interesa saber todo de ti, así lo encuentres mínimo, para mi lo es todo.-

-Creo que exageras, ya basta. Hablábamos de ti y de tu padre.- Oh, no lo había dicho, odiaba esa palabra.-Lo siento... De ese señor... Como sea. Ese hombre y tu.-

-Dos puntos menos amiga.-Dije tratando de tomar la situacion con humor.

-Lo siento. ¿Puedo seguir halando o me vas a interrumpir?.-Dijo mirando de reojo.

-Sigue, sigue.-Dije moviendo mi mano como jefe en su mando.

-Okey... Te desmayaste y no venía la ambulancia. Todos asustados y eso.-Reí por como lo dijo rápidamente.- Al parecer tu pa... Jonathan estaba cerca o algo asi y oyó el disturbio de gente, se acercó y al ver que eras tu. Te llevó de inmediato al hospital. Son las 3 de la tarde, tu madre sigue de guardia. Pero el te llevó a otro hospital.-

-Eso quiere decir ¿QUE ME SUBÍ AL AUTO DE ESE MALDITO?-Dije alterada.

-Tu no cambias hermana...-Dijo riendo.

-No y el tampoco. Se que algo busca y no es solo salvarme de una fiesta alocada.-Dije parándome de la cama.

-No puedes pararte, lo dijo el medico.-Dijo de inmediato mi amiga.

-Lo se..-Dije recordando lo que dijo el señor hace unos minutos.-¿Y que se supone que tengo?.-Pregunté ahora sin tener idea de nada.

-Pues... Según el doctor ingeriste algo en tu bebida y eso habia desvanecido por completo. Lo raro es que solo te afecto a ti. Y el reposo es por que trae dolores de cabeza y leves mareos.-Movió su boca de un lado a otro.

-Lo se, así es como me siento.-Dije en un suspiro.

En lo que paso la tarde todo fue muy tranquilo, no habia rastros de que Jonathan siguiera aquí, mi hermano visitó mi habitación y me recibió con helados y un cálido abrazo casi aplastador.
Emily seguía con dolores de cabeza, pero debido a lo mucho que tomó anoche. Si que se habia alocado mi niña.
Las tres comimos helado recostadas en mi cama. Reímos y hablamos de la fiesta. Por supuesto tuve que contarles la declaración de Stephan.

Se que algún día debía contestarle... No lo se, no se que diría. Pero seria lindo tener de novio a alguien tan guapo, tierno y considerado.

-¿Y Elián?.-Preguntó Emily dudosa.

-Solo... somos amigos chica.-

-Si, claro. Te gusta, le gustas. Solo que es muy pronto para babosas declaraciones.- Se que no le agrada Stephan, okey.

-¿Y que se supone que haga? Esperar hasta que sea tiempo. ¿Mientras que? El estaba en la fiesta a la que fuimos y... Ya basta no quiero hablar del tema.-Dije elevando mi voz.

-Okey.-Dijeron a la vez.

De pronto la puerta interrumpió nuestro debate y todas callamos.
Al abrirse la puerta entró mi hermano casi apresurado.

-¿Cinthia puedes bajar un segundo a la sala?.-

-No lo se, ¿Puedo?.-Pregunté en un tono irónico.

-Baja ya quieres.-Dijo riendo.

Mi hermano y yo platicamos de camino y dijo que Eliàn preguntó por mi. Sonreía como una boba a cada palabra, estoy segura que eran los medicamentos que me tenían así, tenia que ser eso.










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