Capítulo 41 "¿Quedaria Sola?"

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Hoy al parecer desperté de gran humor, puse algo de música en un tono bajo, para no despertar a mís mejores amigas, tiré las cajas que habíamos usado ayer y recogí las almohadas del sofá.
Mi cuarto estaba desordenado a lo que estoy acostumbrada a ver, no me considero la reina del orden, pero me gusta que cada cosa este en su lugar y obvio donde yo las coloqué.

Luego de que la habitación quedé ordenada, con mi móvil en mano y cientos de canciones en él, me metí en la ducha a cantar unas cuantas de ellas.
El baño fue rápido ya que sólo fue para despertar un poco más mi mente, recogí algo de ropa para alistarme rápidamente.

Mis niñas, seguirán durmiendo hasta quién sabe que hora.

Me coloqué un short de jeans y unas vans verdes, sólo un top que cubriría con una campera liviana, casual para la época del año.

Amaba la primavera. Todo era tan cálido, ni mucho frío, ni tanto calor. Me atrevería a decir que hasta mi estación favorita.
Luego de prender mi campera, bajé por las escaleras dirigiéndome a la cocina lentamente.

Allí sentí unas voces, sin duda más que familiares.

Mi madre y William hablaban algo alto en un tono no tan amistoso.

-No podemos dejarla aquí sola, mucho menos después de lo que sucedió hace tiempo con ese Stephan. La idea de que cualquier maldito intente aprobecharse de ella me irrita.-Habló mi hermano, enojado.

-Lo sé cariño, a mi tampoco me agrada la idea de que alguien lastime a ustedes dos. Se que no soy una madre muy presente, pero ustedes son la luz de mis días y lo saben.-Siguió mi madre intentando calmar a Will.

¿De que hablaban? Porque ponían en obviedades sus sentimientos, la curiosidad me mataba. Pero se que si se enteraran que yo estaba allí, contarían la conversación. Tal y como hacen siempre.
¿Nunca comprenderán que ya no soy la niña de 9 años a la que todo le afecta?

Se que no soy la persona más fuerte del mundo, pero vamos... Esconderme sus problemas no hará que este menos preocupada por ellos.
Amo a mi familia, pero a veces me gustaría poder confiar en ellos y que ellos confíen en mi.

-Debo irme en dos días mamá, la empresa jamás creerá que soy un tipo serio y apto para esto sí sigo estirando el plazo.-

-Lo sé hijo, se que es una muy buena oportunidad, para ti y todos nosotros. Pero justo se Junta con todos estos problemas.-Podía oír y hasta sentir que mi madre estaba apunto de llorar.

¿A que se referían con todos esos problemas?

Se que William y mi padre estarían dos meses fuera del país, irían a trabajar a Europa. Así es, Europa.
Sin importar cuanto insistí en que me lleven fue en vano, sólo sería un viaje de negocios según ellos.

Extrañaré tanto estar sin el cabeza hueca de mi hermano, dos meses pasa muy rapido, aún así serían días eternos. Pero se que es una gran oportunidad de trabajo.
Porque siendo sinceros ese empleo en la heladería, no tendría mucho futuro.

El es muy bueno con los números y como contador es excelente. En las empresas y todos esos negocios que maneja mi padre sería más útil y ganará mucho más dinero.

Mi padre, viajará con Susan y Willson. ¿A ven? Como no sentirme excluida. Todo por los malditos estudios y a que soy mayor que Willson. Para nada sentía celos de mis hermanos, pero me encantaría conocer Francia, ese es mi sueño y ellos lo sabían.

-Mamá no tengo opción, ayudaré a que soluciónes todo pero no podré quedarme aquí.-siguió hablando mi hermano.

-Buenos días mi chiquita.-Dijo mi madre al verme sobre las escaleras.

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