Capítulo 39 "Amistades más que locas"

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Cuatro meses han pasado desde que Stephan, Mi Stephan Jhon entró a la cárcel... Aún no podía ser consciente de todo lo ocurrido. He recibido exactamente 20 citaciones de su parte para que vaya a visitarlo. Jamás creí que por intento de abuso sexual te dieran años de prisión, según dicen los que saben que eso es poco. Quitaron tiempo porque lleva buena conducta y no atestigue por demás en su contra. Creo que saldrá en unos seis meses o un poco más. De todos modos me sentía mal al saber que estaría tanto tiempo ahí.
Elián dice que no debo sentir pena por "ese idiota" como lo llama él, y que él solito se buscó su privación.

Por otro lado mi relación con Elián es cada vez más unida y fuerte, ha venido luego que salgo de la escuela a pasar conmigo cada tarde y a veces un poco de la noche. Incluso muchas salidas y helados compartidos entre Quim, Emily y yo.
Mi grupo de amigos ahora que está Elián es un poco más amplio ya que el también sumó a los suyos.

Justamente el sabado saldremos todos juntos a comer. Will no deja de repetir que será salída entre parejas, el muy bobo no entiende que si podemos ser todos muy amigos sin tocarnos un pelo.

Me hacía falta un amigo como Elián, se que el había declarado que sentía cosas por mi. Y vamos, obviamente me gustaba mucho. Pero su compañía hacia que mi vida fuera menos rutinaria, y como amigo es genial, se que puedo confiar en él como el en mi. Incluso hasta hemos comprado ropa juntos.
Hace unos días le regale unos jeans ajustados que se veían genial en su bello trasero.

Okey, debo sacar esos pensamientos de mi. Sólo amigos Cinthia, sólo amigos.

Hoy sólo debía pensar en juntar valor e ir a visitar a Steph, se que está muy arrepentido con todo lo ocurrido. Y debía escuchar su parte de la historia. Está vez sin sobresaltos o eso espero.

Estaba exactamente a tres cuadras de la cárcel, hace semanas tenía el pensamiento de llegar aquí, pero todos decían que estaba loca al querer ir a un lugar así.
Tenían razón y lo hacían para protegerme.
Pero vamos ¿Que tanto miedo debo tener? ¿Que riesgo que no corra en la calle, puede ocurrirme aqui?
Esas palabras fueron las que convencieron a mis amigos a que pueda venir aquí.
Pero como nada es suficiente me enviaron guardaespaldas.

Y no, no es Elián como querían mis mejores amigas, pensé que podría llegar a tener inconvenientes si Stephan veía a Elián aquí.
Hasta quizás lo sentiría como una provocación. O lo que sea que pase por su mente cuando me veía con el.

Así que traje a mi bello hermanito William, de mala gana y con miles de insistencias, acepto traerme aquí.

-Estas a tiempo de arrepentirte.-Dijo colocando el auto en el estacionamiento del lugar.

-Nunca estuve más segura de algo.-Contesto confiada.

-Escucha Cinthia, llega a ocurrir algo y juro que además de socorrerte al que tendrás que venir a ver luego será a mi. ¿Okey?.-Dice con una mirada preocupada.

-Lo sé Will, por favor confía en mi. Me cuidaré y el guardia que me espera prometió no separarse de mi aunque se lo pida.-

-¿Segura?.-Volvió a preguntar por decimoctava vez.

Sólo asiento y saca el seguro del auto.
Suspiro por última vez antes de salir de allí y expulsó el aire.

Mi primera vez en una penitenciaría.

Jamás pensé que tendría que venir a ver a un amigo aquí, de hecho de pequeña la que siempre soñó con estar en prisión era yo.

Ahora comprendo que era una demente es totalmente horrible y angustioso.

Atrévete a soñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora