20. Colapso

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—¿Y entonces como deseas que te llame?

—No deseo que me llames— alegué mirando por la ventana como abandonábamos las calles que me habían acompañado durante diecisiete años.

Apretó los labios asintiendo ligera y repetidamente y se limitó a reacomodar las manos sobre el volante.

De repente mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, y siguió así por un buen tiempo. Lo saqué observando varios mensajes de un sólo contacto; Mike.

"Lo lamento"
"No debí haberlo hecho"
"Pero él me contó todo y..."
12:11pm

"Y no podía dejarlo pasar"
"Sólo lo hice por ti"
12:12

"Thia, no te dejaré así de facil"
12:13

"Joder, debes comprender que prácticamente me obligó a hacerlo"
"No te dejaré en paz hasta que contestes"
12:14

Me quedé observando la pantalla unos segundos mientras se notaba como seguía escribiendo.

"No me dejes así, sé que estas leyendo"
"Vuelve"
" Dile a ese maldito que lo encontraré, ya no me importan sus amenazas"
12:15

Apreté los labios dejando salir un pequeño sonido de fastidio de mi garganta. Ryan me miró y sus ojos se abrieron de sobremanera al notar que tenía el celular.

—Apaga eso— me ordenó con una fingida calma.

Lo miré un segundo y devolví la mirada al celular dudando que hacer.

—¿Que estás sorda? ¿Por que no puedes hacer lo que yo te digo por una vez en tu vida?

Rodé los ojos colocando el dedo en el botón de apagar y me quedé allí unos segundos viendo como el último mensaje entraba.

"No descansaré hasta encontrarlos a ambos... Tu decides de que manera lo quieres"
12:16

Prácticamente rechiné mis dientes dejando que el celular se apagara con el último mensaje.

—¿Feliz?—Me miró de reojo extendiendo su mano para que se lo pasara.

Lo hice a regañadientes y de inmediato lo abrió sacándole la memoria para finalmente aventar el aparato por la ventana del auto.

—Aquí tienes—Agregó con una sonrisa burlona mientras me pasaba el pequeño implemento.

—¿Pero que?—tartamudeé mirando por mi ventana como el celular quedaba destruido en el suelo.

—Seguramente nos intentarán rastrear, tu celular no es de fiar en estos momentos.

—Ryan — pronuncié calmadamente para luego subir el tono de mi voz —deja de ser tan jodidamente dramatico, sí, nos está buscando una pandilla e incluso la policía por no sé que, pero tampoco es como si interceptaran mis llamadas.

Hizo una mueca desviando la mirada de mi y se mordió el labio inferior mientras negaba inconscientemente.

—¿A que te refieres?— Pregunté girándome totalmente hacia él.

—Nada, es solo que posiblemente lo hagan. Aunque es tan solo una probabilidad.

La velocidad había ido aumentando progresivamente pero la soledad de las vías a esa hora hacía ver que estábamos fuera de peligro. De repente se detuvo frenando en seco frente a un bosquecillo y retrocediendo unos metros entró en este.

Las imágenes prácticamente se reprodujeron en mi mente como latigazos obligándome a cerrar los ojos en un intento de no evocarlas. Me encogí en mi lugar repitiéndome que lo olvidaría y peor aun sabiendo que estaba mintiendo.

Sin reglas ni principiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora