Sin reglas ni principios

27. Primera y ultima.

Sacudí mi cabeza rehusandome a que todo se acabara, no sabía exactamente qué quería prolongar pero mientras eso me mantuviera de alguna manea consciente pensaba permanecer en mi lugar.

Tan pronto como el movimiento terminó el sentimiento de vacío desapareció dando paso a un nuevo escenario, el sol se ponía dando un tono anaranjado a las cosas y frente a mi se alzaba el edificio de la escuela que comenzaba a camuflarse entre las sombras. Probablemente era época de festival porque los estudiantes salían hablando y jugueteando de diversas maneras mientras el murmullo de lo que se llevaba adentro invadía el aire.

Di un par de pasos sintiendo el frío viento mover mi imperceptible cabello y de repente escuché unas ligeras pisadas tras de mi, casi al instante giré sobre mis talones encontrándome con que mi versión menor realizaba la misma acción a mi lado.

— Se supone que tengo derecho a la intimidad— Alegó inclinando su cabeza y cerrando con fuerza su abrigo.

— Se supone que deberías estás allí dentro — Refutó Ryan reacomodando los mechones que el viento desordenaba— Pero son solo cosas que se suponen. 

La chica levantó una de sus cejas y sin recelo alguno comenzó a caminar hacia él.

— ¿ Por que me persigues... ? ¿Como dices que te llamabas?— Evans soltó una carcajada arrogante para alguien de su edad y negó ligeramente con uno de sus dedos.

— Sé todo de ti , no tienes por qué fingir conmigo, se muy bien que recuerdas mi nombre con pelos y señales— Se detuvo un segundo esta vez acercándose a ella y provocando que cambiara mi posición para verlos mejor — Además, no te persigo, en vez de eso ...

— ¿Me proteges?— Se burló ella provocando que Ryan apretara su mandíbula de la misma manera en que lo hacia el actual.

— Aunque no lo creas, en vez de estar estudiando como debería dedico mi vida a la supervisión de la tuya.

— No me digas que de donde sea que vengas no te han entrenado y enseñado previamente— Agregó ella provocando una sonrisa ladeada de su parte que lo afirmaba todo — Incluso no tendría por que creerte , ¿Quien manda a un adolescente a cuidar a una chica a la que apenas le lleva un par de años?

— Primero que todo, es mucho más sencillo camuflarme con los chicos con los que andas. Si alguien viese que un mayor te sigue creerían que te están acosando y probablemente tienen deseos más allá de tu conocimiento, princesita.

Apreté mis labios notando que era la primera vez que utilizaba una palabra como esas conmigo en un tono que la hacía lucir autosuficiente y narcisista, sin embargo una pequeña y estupida risa se escapo de ellos.

¿Que ocurre contigo Thia?

— ¿Y si te ven a ti? Creerán que eres tan solo un admirador ¿Correcto?

— Correcto, más aun, tu bien sabes que no tengo ningún propósito que a ti te desagrade o ya habrías corrido tiempo atrás, eres una chica inteligente.

— Más de lo que crees— Afirmó ella comenzando a rondar a su alrededor evaluándolo con la expresión maravillada de quien había permanecido toda su vida ligada a una simple y aburrida vida y tenía la oportunidad de que cambiara. Se detuvo un instante replanteando lo que fuera que estaba pensando y pude ver como el temor brillaba en sus ojos— Entonces si dices ser tan confiable no hay razón para que te escondas.

— Por el contrario, solo tu puedes saber que soy confiable. Se supone que no puedo establecer ningún tipo de vinculo contigo.

— ¿Por que? ¿Acaso te voy a asesinar, Ryan Evans?