Han pasado 84 años, tres nuevos regímenes mundiales y el ingles dejó de ser el idioma oficial en Inglaterra pero aquí estoy de vuelta, las cosas han vuelto a la normalidad por estos lados así que espero que ocurra lo mismo con mis posibilidades de escritura que se habían visto afectadas por factores externos. Así que con gusto volveremos a los martes semanales de actualización y la pequeña Faith promete no volver a poner en duda su existencia con sus amados #Sinners. Sin más que decir y luego de lo que es demasiado para la parte faltante del maratón, aquí lo tienen.
Los amo y les agradezco de todo corazón por tener paciencia.
Aclaré mi garganta intentando soltar su agarre pero fallando en el intento.
— Ryan, nos está viendo— Gruñí mirando de reojo como Channel se había parado en su lugar y nos miraba con una expresión atónita.
— ¿Quien?
— Tu princesa.
— A esa la tengo agarrada— Musitó provocando que mi mano le diera fuertemente sobre la cabeza.
— Malditos Clichés — Solté entre dientes ganándome una carcajada de autosuficiencia.
— ¿Que quieres que te diga? ¿Que me excitas?
— ¡Evans!— chillé notando como jugaba conmigo.
— Extrañas besarme, Sin— Continuó abriendo ligeramente los ojos y mirando sin disimulo el escote que mi chaqueta entre abierta formaba gracias a mi posición — Y eso que no lo hiciste hace más de un día.
— No vayas a hacer nada ocurrente en frente de ella.
— Que aprenda a besar— Alegó jalandome un poco mas hacia si aún sin dejar que nuestros labios chocaran.
— Sueltame de una jodida vez— Una nueva risa por lo bajo salió de su garganta. Una demasiado característica del Ryan Evans que conocía muy bien.... o que eso creía.
— Si no quisieras que te besara te alejarías de inmediato, sabes que estoy cansado y lesionado, además tú posición te da la delantera. Quieres que lo haga y se te nota en los ojos.
Puse los ojos en blanco ante el comentario mirando de nuevo la chiquilla que nos observaba como si fuésemos su nuevo entretenimiento.
Ya ves Dora, te hemos ganado y eso que no preguntamos cosas estúpidas.
— No tienes caso— Espeté tratando de contenerme mientras un nuevo amague de sus manos me acercaba dejando lo que ocurriera a mi voluntad.
— Si no te beso no me dejarás ir, ¿Verdad?
— No quieres irte sin un beso— Agregó con una voz profunda y algo adormilada mientras su agarre se soltaba progresivamente.
Miré a ambos lados suspirando ante los grandes ojos de la niña y dejando un tiempo en el que casi Creí había comenzado a dormirse para finalmente estampar mis labios sobre los suyos.
Sus ojos se abrieron en sorpresa y en el momento en que intenté retirarme sus manos volvieron a mi ropa profundizando el beso en tan sólo unos segundos. Sonrió sobre mi boca haciéndome saber que tenía razón y enseguida probó con abrirse paso entre mis labios con lentos pero algo salvajes movimientos.
Posicioné mis manos sobre las suyas sintiendo como mi respiración se agitaba y su agarre abría cada vez más la débil cremallera para luego de un par de segundos lograr soltar sus dedos y separarme para recuperar el aire.
— Te dije que me acosaba— Bromeó Evans girando su cabeza hacia Channel.
— ¿Que?— Solté apenas calmando el latido de mi corazón mientras Ryan se sentaba a mi lado mirándome con deleite.
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Sin reglas ni principios
Aksi¿Qué harías si tu madre adoptara un pandillero de primera, arrogante hasta la médula, condenadamente sexy y con un pequeño secreto? Prepárate para vivir en un mundo sin reglas ni principios... * * * * -¿Que no me odias?- Pregunté con autosufici...