El adios

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Te costó trabajo soltarme de tu vida, tantos años de idas y venidas y no te decidías.
Pero al fin dijiste adiós, mi razón tembló, se asustó me vi inmerso en un huracán de sentimientos ¡Y de pronto! sólo con mi vida inundada hasta el cuello, me mordí los labios, las manos nerviosas parecían locas, los ojos temerosos empezaron a clamar, por tus brazos otra vez más.
Pero ya no hay marcha atrás, todo concluido, era hora de tomar ropa vieja guardada en la maleta, meter mi amor en el fondo antes de que suelte una queja.
¡Y te amo! ¡Y te extraño!
Lo dijiste muchas veces
¡Y si no puedo te llamaré aunque insista otra vez!
Así fue la despedida sin creer está sacudida.

Ya cuando me iba tus sollozos agitaron el corazón y semejante al cristal se fracturó
¡Quisiera saber! ¿Qué sucedió?
Te escuchabas muy distante apagada cuánta angustia circulabas en el ambiente, todo lo volviste indiferente al oír tu lágrima brotar cayendo en perlas aceradas, tiernamente al centro de tu seno y la tristeza lastimaba a cada instante
¿Que pasaba?
Pues mi alma no se retiraba Por más que me la llevará.

León

2015

Cachitos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora