MARCO ANTONIO

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El amigo de mi niñez, el bandido de la vejez, el que dio su calor cuando estuve hundido.

E hizo sentir su ángel conmigo y dejo su compañía para no sentirme perdido.

Me enseñó a levantar la mirada y que nada es imposible si él está en el camino.

Y nunca nos intimidó el viento, ni el trueno de la vida, ni la tormenta en guerra que a todo mundo ahuyenta.

Cuántas veces sacaste la espada de la muerte y protegiste a este escuálido indigente del mundo que atraganta.

Y hoy que a otros mundos has ido te extrañaré mucho y quisiera darte el abrazo que nunca he dado.

El que se guarda con celo, para un verdadero humano.

Al intrépido niño índigo, que estuvo atento a quitarme todo lo que estorba en el camino, a mi hermano Marco Antonio.

Amo y Señor de todo mi corazón.

Y cuando todos se despidieron de ti en la noche de velación no te quise ver, sabía que ya no estabas aquí.

Me prive del brillo de tus ojos, detrás del cristal que el ataúd te cubría, ni tu aura azul saliendo de tu cuerpo.

No la pude acariciar se fue con el viento más allá del firmamento.

Y al final no me despedí, no tengo la costumbre de hacerlo con las personas que quiero.

Porque más adelante el tiempo las volverá acercar.

Y donde estés recibe el beso más enorme que mis labios hayan hecho, en tu hermoso corazón querido amigo.

León

19 julio 21.  10:50 PM

Y no lloré respete tu ida lo merecías, te lo juré y aquí me tienes con los ojos nublados apunto de estallar y con un nudo en el alma por haberte abandonado.

A cinco días de tu partida.

Cachitos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora