Cachitos De Mi Corazón

Haciendo el equipaje

Levantaste todo de tu guardarropa, no te faltó nada, hasta la bufanda que me tejiste para un cumpleaños también se fue en el equipaje, no quedó ni el perfume que dejabas en el aire, ni tu esencia de mujer divina.
Te quise dar mi cariño para que en tus manos lo desbarataras, pero fue en vano lo tomaste y me lo estrellaste en la cara, que mala acción muchos años se fueron a la maldición.

¿Pues no que todo se soluciona con un ramo de rosas?
¡Un beso!
¡Una caricia!
¡Un perdón!
¡Y otras cosas!

¡Pues no es cierto!
¡Yo le dí eso!
Mi vida inclinada como un tobogán, la luz de mis ojos que se fue apagando cada vez que me esforzaba más, las noches de pasión que no volverán jamás, la ira del Señor que en el fondo me dañó, cuando dejé la noche oscura sin estrellas y se las di para que adornarán su cabellera y seque el mar al hundirle el sol para encontrar la estrella preferida del Señor, la que un día sin querer se le cayó, la azul turquesa codiciada por seres superiores de realeza.

¡Y ahora que tengo!
¡Nada!
¡Ni su Perdón!
¡Ni su amor!
Ni la ilusión de tenerla a mi lado dándome la última bendición cuando yo me vaya de su lado a un lugar extraño.

¡Pero fíjate bien!
¡Si vuelves a vivir un momento de tú vida con este soñador!
¡Te ofrezco el doble de lo que le robe al universo!
La plateada luna, todos los planetas que yo me encuentre en el camino el enorme sol y todas las constelaciones que yo me robé en tu honor, no me importa si se cobra con mi vida Dios.
Es preferible al fantasma que me acompaña a todos lados y me hunde en la desesperación por no tenerte en medio de mi frenesi llenándote de besos y palabras dulces que temblaran tú corazón así.

Y qué hago con esta vida que a todas horas me lastima y me consume con terror ya no quiero despertar lamentando un día más sin la dueña de este agonizante dolor, a qué altar dirigiré mi oración sí ya en nadie creo, ni nace el deseo de mandarte un te quiero pues tú nunca contestas el mensaje que tanto espero, cuando más quiero que me salves de tanto alcohol, que he bebido con sabor a rencor.

¡Pero está atenta!
¡Pues un día te haré beber la misma hiel!
¡ Y para ese momento sabrás que muy adentro tenía encendido el mal!
Y entonces reconocerás con una mordida en el corazón
¡Cuán grande es mi amor!

León

Diciembre. 17. 16. 8:31 pm

Perdoname Yellow por soltar tu mano, era necesario.