Cachitos De Mi Corazón

Antes de Navidad

Sé que estás mirando la lejanía, recordando cuando arribaba por la avenida y tus ojos se emocionaban de ver mi llegada, tímido te acariciaba y por un segundo te tenía abrazando, como si tuviera un gran regalo junto a tu alegría y la melancolía.

Nos ayudaba la cómplice oscuridad, que a veces nos escondía de las miradas incipientes ambrientas de comentarios maldicientes y cuando llovía recuerdo el agua que detenía con una oscura y pequeña sombrilla sirviendote con amor ferviente, ya que te quería y eras para mí, mi mujer realmente, las veces que mis labios respiraron tus sabores y me entregabas el cariño que tu corazón escondía, eran tiempos de poder hacerlo con consentimiento de un amor verdadero, qué iluminaba el cielo por ti y para ti.

Hasta la gente creía que era tu consorte, porque congeniabamos los dos en cautivarnos sin remordimientos que no decían nada, pero te emocionaban me gustó lo que decían

¿Es tu esposo?

Y te quedabas callada deseando que fuera verdad.
Recuerdo la cena que adelantamos y la sidra que bebimos con ansiedad festejando por única vez, nuestra primera Navidad.

Una noche lejana plagada de cosas extrañas y no volverá pues a ese lugar no debo llegar, todo cambió y presiento que esto está por terminar y nos duele en lo profundo donde no existe la razón.

¡O no mi amor!

¿No sientes que algo se va y no volverá más?

Y como siempre tú en la esquina haciéndote grande, vendiendo materia prima y yo en la gaveta agobiado por los golpes que me da la vida, escribiendo versos que hablen de ti y de tus cálidos besos que dejabas en mi boca, con una desesperación de enamorada loca.

También quiero decirte recordando esa esquina dónde nos quisimos con una angustia, que nos consumía a los dos.

Aveces llegó a la avenida y me pierdo acariciando con los ojos esa pálida esquina, dónde te mire vendiéndole a la gente y te quedaste por siempre muy adentro de mi mente, de este corazón que no quiere y no le nace olvidarte.

León

2015