El viento

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En medio de la noche en un desolado bosque almas oscuras pululan bajo la luz de la luna algo sucede, ni la luciérnaga en busca de pareja se prende.
Lobos aúllan pelean a sus hembras y con hambre desatada se comen a sus presas.

Los cuervos vuelan a las manos de crispantes hechiceras que por maldad encantan manzanas, para seducir doncellas dejarlas dormidas hasta que les salgan canas, primero hermosas, después viejas y feas así son las brujas arrugando vidas, de niñas cariñosas y lindas.

Detrás de una arboleda un zumbido en forma de estallido espanta y el viento sale con los brazos abiertos implorando un momento que detengan el tiempo y todo queda en silencio.

Los animales buenos del bosque al percibir esto se esconden y en lo mullido de sus guaridas con temor se duermen.

Un ligero halo azul ilumina un espíritu transparente en donde palpita un corazón sangrante, pasa levitando por la cara de una laguna algo deja, algo le susurra, pues ondas se abren y se pierden en la profundidad del agua. ¿Que le dijo?
¡Fue inaudible! ¡Nunca se sabrá!
Los amores verdaderos siempre esconden su sentir, jamás permiten que se escuche un te amo, o un doloroso extraño tu querer.

Y en el mutismo de la noche un palpitante beso, una sutil caricia, es depositada en la superficie plana de este frío líquido que la sed apaga y olas pequeñas con piedras preciosas llegan a la orilla como penosas por presenciar y ser descubiertas.

Y el viento vestido de amante que no puede detener su paso de caminante, da un giro de rencor, en la oscuridad un quejido de dolor se escucha y se pierde en la arboleda verde.

La laguna al sentir que el viento se va, sin poderlo retener sube y baja como si respirara o tal vez sollozara y tan delicado fue el beso que temblaba yo y dejar de ver no podía.

Hojas secas movidas por el aire, caían en el agua tocando levemente lo terso de su frente, para consolar el profundo amar de la laguna durmiente, que en el fondo una princesa duerme.

Mientras en la orilla una hechicera mira y teme que algún día se extinga este hechizo que mucho daño hizo y con rabia inusitada manda un conjuro a través de su cuervo oscuro, para que no se vuelva a juntar el amante que en el aire vive y la princesa que en la laguna duerme.

León.

29 enero 19.   5:18 am

De una vez que estuve en la presa de Iturbide a las tres de la madrugada con una chamana, que loca estaba de querer encantar a cuánto ser se le presentará.

Cachitos De Mi CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora