Pero si habían pasado los años tantos que mis ojos siguen empañados.
Te fuiste sin despedirte y no sabes qué profundo dolor se quedó en mi interior.
Me quedé perdido en este mar embravecido, no sé cuántas lágrimas lloré ni sé porque no me ahogue.
Y cuando pasó el tiempo y lo asimile vuelves con tus ojos amarillos prendidos y tu risa un murmullo de río me vuelve a dominar, el pasado olvidar, las heridas enterrar.
¡Dulce corazón!
¿Cómo se te ocurrió regresar? ¡Con todo tu encanto, toda tu grandeza!
Ahora me envuelves en una nube de tristeza pues sé qué algún día volverás a partir y dejarás mi ternura con más pobreza.
Pero mientras esto pasa, ven a mis brazos refugiate en mi regazo y dame un beso que dure por mil, por haberte recuperado, porqué hoy quiero tenerte adentro de mi corazón, en este universo, en este planeta y en lo más profundo de mi amor.
León
27 /10 /2011
Tarde triste
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