Victoria
Me quito los lentes cuando veo al chico de esos bellos ojos acercarse a donde estamos con lo que supongo es un vaso de cerveza en su mano. No dejamos de sonreírnos mutuamente y supongo que es por la grata sorpresa de habernos encontrado aquí, ya hace algún tiempo que no nos veíamos. Por lo que puedo observar ha estado haciendo mucho ejercicio y luce igual de increíble que siempre, sí que es atractivo, podríamos caraturarlo como un adonis de hecho.
-Esperaba ver a unas cuantas hermosuras el dia de hoy, pero no una sin motor-dice el adonis.
<<Como siempre, un original comentario>>
-Si fuera científicamente posible te diría que tengo uno dentro-digo sin dejar de sonreír.
-Pensé que no me reconocerías o fingirias no verme, es lo que acostumbras hacer-comenta con una traviesa sonrisa.
-No podría olvidar esos encantadores luneras, además de que no acostumbro a ignorar a personas importantes.
El amplía su sonrisa y me envuelve en un dulce abrazo el cual devuelvo de la misma manera, no sabía cuánto lo extrañaba hasta que olí su familiar perfume, ese caro y delicioso perfume que su dulce madre Sarah le regala siempre. Sarah, una muy buena amiga de mi madre. Pareciera que han pasado siglos desde la última vez que los vi y en realidad no hace mucho, supongo que deberíamos restablecer el contacto diario con Martín, siempre nos hemos llevado de maravilla, nos conocemos desde niños. Martin Clayton, mi primer amor. Me aparto de él manteniendo la sonrisa y escucho a alguien hablar a sus espaldas.
-Hola, chicos-saluda Magnus en general, mirando a mis amigos y a mi.
-Hola de nuevo, me sorprende saber que se conocen-comentó.
-Nos conocemos muy bien de hecho-dice Martín viendo a Magnus, quien ahora está un poco más cerca de nosotros.
-Estamos en el mismo grupo de amigos-añade Magnus.
-Eso es genial-digo-¿les gustaría sentarse con nosotros?-preguntó señalando la mesa donde estamos ubicados.
-Nos encantaría, pero no vinimos solos, no sería apropiado abandonar a nuestros compañeros-responde Magnus de forma amable y con una sonrisa.
<<Impecables modales>>
-Oh de acuerdo, es excelente.
-Nos vemos luego, linda-dice Martin y deja un beso en mi frente-a veces me frustra que sea tan maduro y poco egoísta-me susurra al oído y no puedo evitar sonreir.
-Deberías aprender un poco-suelto.
Niega con la cabeza y se da media vuelta, los veo a ambos caminar hacia las mesas en las que se encontraban y me doy la vuelta para tomar asiento junto a una emocionada Luisana, me resulta algo raro, porque entiende poco de esto, pero le agradan los deportes. Observó la meta con ella, con mucha ansiedad por ya ver esas bestias de dos ruedas hambrientas por ganar.
Después de que la primera y asombrosa carrera termine, hubo un pequeño intermedio y las ganas de ir al baño me invadieron entonces decidí ir. Me levanto de mi sitio no sin antes avisarle a Luisana y en compañía de uno de los guardias me encamino hacia los sanitarios, quien se planta en la puerta de este. Para mi suerte estos son increíblemente impecables, como agradezco pagar unos buenos dólares por una entrada y tener esta clase de privilegios. Al terminar de hacer mis necesidades me arreglo el cabello frente al espejo, me doy una pequeña mirada en general y salgo de este. Paso por delante de la barra donde diviso a Magnus recostado por esta platicando con otro chico y me saluda con la cabeza, lo imito y sigo mi camino.
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Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...