Jessy
Juego con la pelota de tenis en mi mano mientras Martín termina de pagar la nueva ropa deportiva que se ah comprado y que ah tardado horas en elegir, ruedo los ojos de solo pensarlo, el lado femenino de mi hermano me hace pensar que tal vez es trans-genero, lo cual no tendría nada de malo, pero luego recuerdo que según Sarah nació con el pene achicharrado y las bolas muy hinchadas. Dejo la pelota en su lugar cuando lo veo acercase.
-¿Ya esta?-pregunto.
-Misión cumplida, vamos por un batido.
-Recuerda que no puedes comer grasas.
-Oh vamos, no me jodas.
-Estas haciendo dieta de pura proteína y me obligaste a que te obligase a no consumir grasas.
-A la mierda, me daré un permitido.
-Comienzas por un batido y terminas por una hamburguesa, con papas, bañadas en queso y una soda grande.
-Te falto el helado y si sigues hablando me dará mas hambre y tendré que pecar.
-Con razón nunca haces lo que te propones.
-Cállate y camina.
Sonrió y me dirijo a la salida de la tienda seguido por Martín, hay mucha gente en el paseo de Santa Monica y para nuestra suerte pasamos desapercibidos para la mayoría que esta sumida en su mundo, excepto por algún que otro grupo de chicas que no quitan la mirada de ambos aumentando el ego de Martín.
<<Claro, solo el de Martín, como no>>
A este punto, la única que logra aumentar mi ego y el bulto entre mis pantalones, es Tory, sonrió de solo pensar en ella y no puedo evitar recordar la noche anterior cuando pasamos frente a un local de cara lencería en el que veo unas bragas azules de encaje.
Uufff, anoche, mierda que manera de pasarla genial después de un extenso día de trabajo en el que no podía estar completamente enfocado por su culpa y por el recuerdo de la fogosa noche anterior, mierda que par de noches increíbles me sabe proporcionar esa rubia.
Y no es solo el echo del buen sexo, si no que es bueno porque es con ella y la manera en la que parece controlar cada parte de mi cuando la situación se torna sexual, todo en ella me encanta y una mínima cosa incentiva la llama en mi interior que me hace despertar mi deseo por ella. La forma en la que relame sus perfectos y carnosos labios, sus curvas, la manera en la que se mueve, como sabe donde tocarme, la velocidad que usa... mierda.
Disimuladamente y mirando a mi alrededor despertando de mi insomnio me fijo que nadie me mire y meto la mano en el bolsillo de mis jeans y acomodo a mi amigo que ah decidido despertar con solo su recuerdo, ¿necesitare unos cubos de hielo?, ah no, puedo controlarlo... por ahora.
Llegamos al puesto de batidos y Martín se pone en la fila, entonces me dirijo a una mesa del patio de comidas y decido revisar mi teléfono mientras espero, por suerte solo hay dos personas delante de el así que no tardara mucho. Ruedo los ojos de solo pensar que pedirá seguramente uno de chocolate con jarabe de chocolate, después se queja de que no tiene los músculos tan marcados como quisiera, no me sorprende que rompa la dieta a solo tres días de empezarla.
Entro en la galería de mi teléfono para mandarle la foto de un documento a mi padre, pero la foto de Tory durmiendo aparece primero y sonrió, es hermosa, incluso con la boca algo abierta y los pelos por doquier. Rio, me matara si ve que tengo esto o si solo se entera de que le tome una foto, pero sera mi pequeño secreto.
Le envió la foto a mi padre y dejo el teléfono en la mesa cuando veo que Martín hace la silla de enfrente hacia atrás para sentarse.
-Toma-dice y me tiende el vaso de plástico el cual agarro-de soja con leche de almendras, que puto asco.
ESTÁS LEYENDO
Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...