Victoria
-¡SORRY NDMDNDMD SORRY NAU AUAUAAUAUA SORRYY!-escucho cantar a Christopher cuando entrando a mi habitación con una cuchara y una olla, que supongo le robó a alguien del personal. No deja de golpear los utensilios entre sí.
-¡Cállate por favor!-le suplico.
El me mira y con una sonrisa detiene su hazaña, pienso que ya acabó con su desastre, cuando solo lo escucho tararear melodías y decir palabras que no logro entender. Que molesto puede llegar a ser.
-¡WORK, WORK, WORK, WORK, TENFKDOS DARARARARA NDND NANANANANA!-empieza a aullar nuevamente mientras tira los utensilios al suelo y comienza a hacer una especie de... No se que la verdad, canta y baila pésimo.
-No sirves ni para bailar, ni cantar, sospecho que no es lo tuyo, niño-digo mientras me paro de la cama y recojo los utensilios.
-Ja ja ja, que graciosa, puede que no sea lo mio, pero estas viendo a un increíble futuro médico-sonríe con orgullo.
-Confío en que así será, pero por el momento si entras una vez más a mi habitación gritando así, me encargare de expandir el rumor en programas de chimentos que el gran Christopher Klett tiene una gravísima enfermedad venérea o incluso que ya no te funciona-amenazó mientras salimos de mi habitación.
-No puedo creer que seas asi de cruel.
-¿Quieres que te muestre como si puedo?
-Mejor me retiro, a ver si se te mejora un poco el humorcito que traes encima.
-Ay qué gran idea.
Pone los ojos en blanco y para mi tranquilidad sale de mi habitación, le doy las gracias mentalmente y dejó los utensilios del lado de afuera, al lado de mi puerta, alguien los vera. Me tiro en mi cama nuevamente y me meto debajo de las cálidas sábanas, tomo mi teléfono y empiezo a revisar mis notificaciones.
Intentó conciliar el sueño nuevamente, pero suelto un resoplido cuando no puedo, maldito Christopher. Me levanto de la cama a duras penas y me meto en el baño, miro mi aspecto en el espejo y chasqueo la lengua algo satisfecha de no verme tan mal como lo imagine. Me mojo la cara con mucha agua, peino mi cabello y cepillo mis dientes, cuando escucho que llaman a la puerta.
-¿Quien es?-pregunto en voz alta desde la entrada del baño.
-Magnus-responden del otro lado de la puerta.
Frunzo el ceño ya que me parece algo extraña su visita, pero aun así me deshago de la pasta de dientes en mi boca y enjuago está, seco mi cara y salgo del baño para abrir la puerta y encontrarme a Magnus de espalda, apoyando los codos en el barandal del pasillo, voltea cuando nota mi presencia.
-Buenos días-dice con una sonrisa.
-Buenos días-digo.
-¿Como estas?-pregunta y me hago dos pasos hacia atrás cuando se recuesta en el marco de mi puerta.
-Muy bien, ¿y tu?
-Excelente, me alegra oir que estas bien-dice y le sonrió-ayer tuve un dia muy largo en la oficina y hoy para mi suerte tengo el dia libre, ¿quisieras... quisieras salir a hacer algo?
Me cruzo de brazos ante tal propuesta y la proceso unos segundos sin entender muy bien lo que quiere... quiere salir no es mucho show, ¿querrá salir, salir o solo salir? no lo esperaba, pero me interesa la propuesta, me agrada su compañía y no le veo lo malo a salir por ahí. Parece que he tardado mucho en contestar, porque carraspea y se endereza llamando mi atención.
-Claro-digo.
-¿Enserio?
-Si, claro ¿por la tarde?
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Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...