-¡VAMOS EMPUJA MAS FUERTE INÚTIL, SE SUPONE QUE TIENES GRANDES MÚSCULOS, EMPUJA, HAZLO, HAZLO!-grito tratando de alentar a Jessy.
Estábamos jugando la decimoquinta carrera con los cuatriciclos, hasta que en una curva el acelero muy a fondo y termino enterrándose en la arena, porque es testarudo y competitivo, por lo tanto se negaba a que yo le ganara todas las revanchas, digo; amo correr, pero estoy cansada, aparte de que los equipos de protección son muy calurosos y parece un maldito infierno aquí afuera con este sol.
-Podrías ayudar también ¿no?-dice con la respiración un poco agitada.
La verdad es que estuvo un muy buen rato aquí, entonces decidí ir a la casa a buscar algo para comer mientras el trabajaba, estoy sentada en el cuatriciclo gritándole que se de prisa y que es un mediocre por no poder sacar el cuatriciclo de el montículo de arena, mientras saboreo mis papas fritas.
-¿Sabes que?, ya me canse, mejor llamemos a los asistentes de pista, este es su trabajo niño mimado-digo frustrada rodando los ojos y llevando una papa frita a mi boca.
-Dime que es una broma, estoy hace como una hora tratando de sacar esto de aquí y ahora se te ocurre decirlo-dice acercándose con un tono bastante molesto.
Dejo lentamente mis papas sobre el manubrio y me coloco el casco sin dejar de mirar sus movimientos, prendo lo mas rápido que puedo y acelero a fondo hacia la casa de mis abuelos escuchando sus gruñidos contra mi hermosa persona, en el camino al pasar por la piscina, veo a mis hermanos y Martín en reposeras conversando, me detengo un momento sin parar el motor y levanto el casco hasta la mitad de mi cabeza, mirando en su dirección.
-¿Que hay?-pregunto, los tres me miran.
-¿Ya le dijiste a Jessy que los asistentes de pista podrían haber echo lo que el estuvo tratando de hacer durante casi una hora?-pregunta mi hermano.
-Sip y resulta que me quiere matar, pero, se lo merece por idiota-replico.
-¿Que hizo?-esta vez habla mi hermana.
-Nada, solo que es un idiota y testarudo, me ah secuestrado para todas las revanchas, ¡necesito respirar por dios!-me quejo.
-Ve a guardar el equipo y ven con nosotros-dice Martín.
Asiento con una sonrisa y me coloco el casco, cuando llego a la parte trasera de la gran casa hay un asistente de pista esperándome, me bajo y le entrego el cuatriciclo, me quito el equipo y se lo entrego, tengo una capa de sudor sobre mi cuerpo y el pelo revuelto, entro abriendo el ventanal de vidrio y subo a la que sera mi habitación estos días, supongo.
Me quito la ropa y entro en la ducha del baño de la habitación, me enjuago bien y lavo mi pelo, salgo y me coloco mi bikini que por suerte recordé traer junto con un vestido croshet. Me cepillo el cabello y tomo mi bronceador, me voy de la habitación y salgo al patio trasero camino a la piscina.
Cuando llego junto a mis hermanos y Martín me sonríen, excepto Jessy que mira hacia otro lado, lleva puesto una maya de color blanca con algunos dibujos, lentes de sol, gorra y sin camiseta.
Me siento en la única reposera libre al lado de Martín.
<<Debes admitir que Jessy se ve divino, es un bombón>>
Claramente no lo puedo negar. De sus abdominales resbalan gotas de agua al igual que su cabello, el no me mira y sigue hablando con mis hermanos, decido ignorarlo y me quito el vestido, mi cabello están un poco húmedo por lo tanto lo dejo suelto y tomo la botella de bronceador, me coloco en la piernas, los brazos, el estomago y lucho por tratar de ponerme en la espalda pero no puedo.
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Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...