capítulo 8:"Supuesta Reunión"

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Victoria

Peino mi cabello húmedo frente al gran espejo frente a mi mientras veo a Luisana pasar detrás de mí con una bata y una toalla enrollada en su cabello.

-¡Las sales de tu baño son increíbles, Victoria!-exclama la rubia.

-Son muy buenas.

-¿Cuando compartirás el secreto de donde las compras?

-Jamás, le prometí a Danisa que seria nuestro secreto-respondo volteando sobre mis talones.

Ella rueda los ojos y sonrió, esas sales no son nada del otro mundo, pero me divierte ver como Luisana enloquece de la curiosidad, parece una niña pequeña, me recuerdan a sus berrinches de cuando eramos mas jóvenes y no obtenía las respuestas que deseaba.

-¿Quieres hacer algo?-pregunto viendo como teclea en su teléfono.

-Si, me apetece salir en verdad, el día es muy bonito-responde y se incorpora-¿Malibu?

-Malibu.

-Bien, me vestiré entonces-dice.

-Ya sabes donde atacar.

Empujo la puerta que nos lleva a la habitación a reventar de calzados y busco un par mientras ella también lo hace con total libertad, ventajas de tener la mismas proporciones que tu amiga, aunque también hay algunas cosas de ella aquí, no es raro que a veces se quede a dormir y se deje cosas o traiga algunas para tenerlas como repuesto y Danisa se las acomode en un lugar para ella. Una vez que elijo unas zapatillas, empujó la otra puerta camuflada en una de las paredes y entró en la habitación donde está toda mi ropa y empiezo a buscar algo también.

Luego de una media hora, ambas estamos listas para salir ya, tomó uno de mis bolsos pequeños de calle y meto mi celular, billetera, entre otras cosas y salgo de la habitación seguida de Luisana que no para de hablar acerca de un nuevo bolso que vio en las redes sociales.

(...)

Al terminar de almorzar con mi mejor amiga, muy tarde por cierto, decidimos tomar un helado y como de costumbre, nos encontramos en la heladería de siempre mirando el menú de los sabores para elegir el que nos apetezca.

-¿Enserio?-pregunto-ese sabor es nefasto-señaló el helado que le está entregando la chica del otro lado del mostrador.

A la despampanante rubia se le ha ocurrido pedir menta con chocolate, ese sabor debe ser ilegal, más en una heladería tan vieja y agradable como esta, la heladeria de Rosa, la hermana de Danisa. Conozco este lugar desde que tengo memoria, incluso me recuerda a la época en la que aún tenía una "familia unida" y veníamos aquí a pedir nuestro helado para después sentarnos en unas bancas en el parque de enfrente.

-¡Es delicioso!-exclama.

Niego la cabeza en total desacuerdo y empiezo a caminar fuera del establecimiento con ella a mi lado, por supuesto rodeadas de nuestros guardias, los cuales son tan sutiles como para llamar la atención de la gente que nos ve. Busco con la mirada un lugar y tomó asiento en una banca cerca de los juegos, mi mejor amiga se sienta a mi lado y agradezco cuando los guardias se separan un poco de nosotras dándonos espacio, pero manteniendo una cercanía prudente. 

Le doy un lametón a mi helado y mis ojos caen en unos niños en el tobogán que parecen turnarse para deslizarse sobre el, más allá en las hamacas veo a una niña de unos cinco años tal vez correr alrededor de un hombre, el que supongo es su padre, con mucha energía y me saca una sonrisa, pero no puedo evitar que la nostalgia me invada de inmediato.

-¿Que paso? estas pensando mucho-dice Luisana y la miro.

-Solo recordaba algo-respondo.

-¿Que? ¿algo bonito?

Mi Niñero. (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora