Tory
Abro los ojos de a poco y me adapto a la luz de la habitación, un brazo rodea mi cintura y se que es Jessy cuando veo los tatuajes, sonrió sin poder evitarlo al recordar la anoche anterior, jamas me había sentido tan decidida a hacer algo y tan nerviosa, pero me alegra el echo de que haya salido todo como yo lo esperaba.
<<Lamento decir que estoy algo contenta por ti>>
Gracias. Me safo lentamente de su agarre con cuidado de no despertarlo y me paro de la cama, tomo una toalla del estante al lado de la puerta del closet, entro en el baño y me doy una ducha mañanera. Al terminar salgo y me meto en el closet, donde me seco el cuerpo, me pongo ropa interior y luego un vestido blanco con detalles que me llega hasta la mitad de los muslos.
Salgo del closet, tomo el cepillo de la cómoda y peino mi cabello mientras observo a Jessy dormir tranquilamente, con una sonrisa, al terminar me echo algo de perfume y sin poder evitarlo dejo un beso en la frente de Jessy, luego salgo de la habitación, bajo las escaleras y me meto rápidamente en la cocina.
La cafetera tiene café recién echo y aprovecho para servirme una taza imaginando que seguramente es mi madre quien lo ah echo y confirmo que es así es cuando salgo con mi taza hacia la sala y la veo sentada en uno de los sofás viendo su laptop.
Abro los ojos como platos y aprovechando que aun no me ah visto rápidamente doy la vuelta y voy a volver a entrar en la cocina, pero ella dice mi nombre con firmeza, suelto un suspiro y doy media vuelta en su dirección.
-¿Si?-pregunto y llevo la taza a mis labios.
-Siéntate aquí por favor-dice.
Miro su dedo señalar un lugar en el sofá de forma dudosa, pero finalmente solo termino caminando hasta donde ella esta y me siento, subo las piernas al sofá y pongo la taza sobre mis labios mientras la miro esperando a que diga algo, no pasa mucho cuando sus ojos azules se clavan en mi con cierto aire de calidez, para mi sorpresa no es forzado.
-¿Cuando me lo ibas a decir?-pregunta con tono tranquilo.
-¿De que hablas?
-De ti y de Jessy, Victoria-dice.
Presiono mis dientes levemente y de inmediato entiendo a que se refiere, pero prefiero hacerme la desentendida bajo sus penetrantes ojos que buscan una señal de algo en mi.
-No se de que hablas-digo y ella rueda los ojos.
-Por favor, hija deja las boberas, se que sabes de que hablo.
-¿Como te has enterado?
-Hoy mas temprano fui a tu habitación para que te fijaras si Luisana se encontraba bien y te vi durmiendo con Jessy-responde con las mejillas algo sonrosadas.
Mis ojos se abren como platos, pero rápidamente vuelven a la normalidad, me muerdo el labio para evitar mostrar una sonrisa divertida, ya que no puedo evitar imaginar la cara de mi madre al vernos.
-¿Y estas molesta?-pregunto sin entender muy bien su comportamiento.
-No, claro que no, solo que estoy algo curiosa, pero no sorprendida porque ya me olía algo.
-¿Que?
-Que anteriormente me había dado cuenta de algo, la forma en la que los dos se miran desde hace un tiempo no es similar a la de dos chicos que solo se llevan bien o son amigos.
-¿Como es que puedes darte cuenta de lo que me pasa o lo que siento si ni siquiera estamos tres días a la semana juntas y cuando lo estamos no es mucho el tiempo que nos dedicamos?-suelto.
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Mi Niñero. (Sin Editar)
أدب المراهقينSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...