Victoria
Un fuerte golpe en la puerta hace que me sobresalte y despierte, el sol que entra por la ventana me ciega un momento y pestañeó varias veces para poder ver con claridad, me levanto de la cama al mismo tiempo que golpean nuevamente la puerta. La cama cual se encuentra vacía del otro lado, porque Tyler se fue temprano. Me dirijo al vestidor donde tomó la primera blusa de algodón que encuentro y de donde se escucha otro golpeteo, pero ni siquiera tengo las fuerzas para dar una respuesta de que estoy viva.
Me encuentro un poco sudada a pesar de que el aire acondicionado está encendido, no me puedo imaginar el infierno que debe ser afuera. Al pasar frente al espejo me miro un momento y si, veo lo que suponía, un nido de pájaros en mi cabeza y un desastre en mi cara por culpa del rímel, que otra vez olvidé quitarme.
Me importa muy poco de hecho, acabo de levantarme, no deberían esperar mucho. Eso me hace pensar en cómo despiertan las mexicanas en las novelas, me refiero a que tienen el maquillaje perfecto, el cabello rizado excelente, todo muy prolijo, ¿que se supone que es eso?
otro golpeteo me saca de mi burbuja y por fin abro la puerta encontrándome a mi hermana, con su aspecto fresco y precioso de siempre, tengo la sospecha de que ella es como ciertas Mexicanas de la ficción, duerme como una maldita doncella, no se mueve, lo digo de verdad. Recuerdo que cuando haciamos pijamadas de niñas hice un experimento, me quede despierta toda la maldita noche para saber si se movía, y no, no lo hizo, es una bruja definitivamente.
-¿Qué sucede?-preguntó.
-Allí fuera es un desastre-señala hacia atrás, supongo que hacia la calle-quise salir para poder ir con mi grupo de amigos y me encuentro con una batalla campal de periodistas y para sumarle algo mas, Uriel no me deja salir-añade de forma frustrada.
-¿Y porqué están aquí?, mamá está en Milán y papá tampoco ha aparecido por aquí, ellos son las celebridades en la familia.
-Ese es el caso, mamá está rompiendo esquemas en el otro continente y hubo un escándalo con un empleado en el hotel de Beverly Hills, están sedientos-dice mi hermana.
Ni siquiera sabía eso, creo que debo hablar un poco más con Carol o siquiera prestar más de atención a las noticias relacionadas con mi familia y dejar de ignorarlas un poco fingiendo que no salimos en ninguna portada, ni que pueden pasar treinta minutos hablando en la televisión de una noticia relacionada a nosotros, como acostumbro a hacerlo para mantener la cordura.
-Oh, ¿no que iba a París?-preguntó.
-Se supone que la inteligente eres tu, Milán está en Italia.
-¿Y?
-Que Italia está en ¿Francia?
-Error, Italia es un país vecino de Francia-dice de repente Magnus apareciendo por el pasillo hasta nosotras.
-Exacto-digo y me cruzo de brazos.
-Venía buscando una explicación de porqué hay tanto escándalo afuera-dice el moreno.
-Estamos en las mismas, pero se supone que es por un conflicto con un empleado despedido o algo asi-dice mi hermana.
Mis ojos no se apartan de Magnus, quien lleva puesto unos shorts de color blanco que le llegan hasta la mitad de los muslos, con zapatillas converse del mismo color que sus shorts, su torso se encuentra desnudo dejando a la vista su trabajado cuerpo y sus relucientes y detallados tatuajes, en su rostro hay una pequeña sonrisa algo adormilada.
-¡¿Que vamos a hacer?!-exclama de forma exagerada mi hermana cruzada de brazos como una niña pequeña.
-Puede que se me haya ocurrido algo-digo y cierro la puerta detrás de mí-hablaré con el magnate rubio-sin esperar respuesta camino hacia la habitación de mi hermano y entro sin más.
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Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...