Tory
Tres días después...
Bajo de la cinta de correr mientras trato de normalizar mi respiración después de una larga rutina de ejercicio que ayuda a despejar mi mente de la tormenta de pensamientos que se me acumulan gracias a que hoy tengo planeado reunirme con Jessy, porque hoy llegaba de Colombia.
Admito que me tomo por sorpresa cuando me llego una llamada de el, donde decía que quería venir a verme después de llegar, por supuesto que le dije que si, esta vez espero por fin solucionar las cosas, porque el supuesto enojo que tendría que tener ah desaparecido poco a poco solo quedando una pequeña cantidad de el, lo que si noto es como lo extraño tanto, su cercanía, su olor, sus labios... y estaría dispuesta a dejar de lado cualquier mierda solo para tenerlo sobre mi atacando mi boca, pero no debo dejar que la mente se me nuble ante una situación así, ya que el estuvo mal y tiene que saberlo.
Tomo mi celular, lo desconecto de los parlantes y bajo del tercer piso al segundo con rapidez por tomar una ducha, pero me detengo en el pasillo al ver a Joel, enseguida mis pelos se ponen de punta e intento ignorarlo, pero lamentablemente jamas puedo, sus chitos son insistentes y sus dedos que me indican que vaya en su dirección me hace rodar los ojos.
-Hola, linda-dice con las manos en los bolsillos y una sonrisa que me gustaría borrar de un puñetazo.
-¿Que?
-Me imagino que has pensado en eso que hablamos el otro día.
-Aja.
-¿Cual fue tu decisión?
-Creo que es bastante obvia.
-Bien, tratare de no agobiarte mucho.
-¡¿Enserio? me resulta increíble que seas tan buena persona de no tratar de agobiarme con una decisión que claramente debo tomar si opciones, que considerado de tu parte!
Mi sarcasmo es evidente, pero en vez de molestarle solo parece gustarle mas, veo como solo sonríe divertido y eso no hace mas que lo odie mas.
-Solo para que sepas, voy a regresar a Nueva York en cuatro semanas y es el tiempo que tienes para venirte conmigo.
-¿QUE? ¿es una puta broma? ¿cuatro semanas?
-No puedo irme después de ese tiempo, tengo trabajo que hacer.
-¿Porque tengo que irme junto contigo, no puedo ir después?
-Cuatro semanas.
No digo nada mas, porque no puedo, simplemente no puedo, la mandíbula se me cae al suelo y puedo ver el disfrute en sus ojos cuando me sonríe antes de pasar por mi lado e irse en dirección a las escaleras. La ira se apodera de mi y entro en mi habitación, me dirijo directamente a el escritorio y de un movimiento tiro todas las cosas que se encontraban allí sin importarme lo que se pueda romper.
Las lagrimas se empiezan a llegar de manera incontrolable mientras por mi mente pasa una tormenta de pensamientos enredados que no saben muy bien que respuesta darme ahora. Veo las cosas esparcidas en el suelo y me doy cuenta que no me ah ayudado en nada tirarlas, así que me derrumbo en el suelo y comienzo a derramar mis lagrimas sin ningún tipo de impedimento sin importarme si alguien las escucha.
Cuatro semanas, cuatro malditas semanas ¿que mierda haré de mi vida? no estoy segura de que deba ir, NO QUIERO IR, pero se que debo hacerlo, tengo que hacerlo, yo no importo, esto no me incumbe a mi, la inocencia de mi hermana esta por encima de cualquier cosa que yo desee.
No se que haré, no se como mierda haré para irme sin tener que dar muchas explicaciones y es que tengo que armar toda una maldita idea para sonar convincente y largarme a Nueva York para mantener a Joel alejado de mi hermana, de solo imaginar que el pueda hacerle algo... los pelos se me ponen de punta.
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Mi Niñero. (Sin Editar)
Teen FictionSiempre existirá la lógica de algunos de que la casualidad es real y que en algunas ocasiones puede mejorar tu vida o arruinarla, si soy completamente sincera conmigo misma yo no creía en esa estupidez de la casualidad. Lo único que recuerdo de esa...