Déjate Llevar (One piece fanfic)

cap 38 Recuerdos dolorosos (pequeño especial)

No me maten por favor, este pequeño especial se me ocurrió apenas y quería agregarlo. Lo de Coby tambien(?) pero pues este pequeñajo también toma parte en la historia para un futuro.

Sorry si no les agrada, pero es con mucho amor para ustedes!!! Bendiciones.

Con los ojos cerrados, dentro del cuarto oscuro comiendo su última galleta de la bolsa número 88. Tenía unas ganas inmensas de verla, de sacarle una pequeña sonrisa, pero tiene nervios, casi siempre lo regaña y mejor se va. Lo que no sabe es que al estar a solas saca las carcajadas que contiene en presencia de los demás.

Toca la puerta unas dos o tres veces de un modo tan leve que la mujer no reconoce que es él.

-Pase por favor -dice ella mientras cepilla su ya corto y níveo cabello.

-Perdón, sé que no son horas verdad? Sólo quería darte las buenas noches y desearte dulces sueños. Fue un día un tanto agotador.

Garp se sienta casi por la puerta y la mujer le mira tranquila como siempre, pero al escuchar la excusa del hombre sonríe levemente, justo lo que Garp quería ver. Ella duda un poco pero se arma de valor para levantarse y dejar su cepillo en el tocador, se pone frente a él y sus manos se posan sobre las mejillas del hombre, le gusta sentir el calor que emana su piel,  y mirar aquellos ojos vivos y brillantes.

-Tsuru...- el hombre pone sus manos sobre las de la mujer, las quita levemente de su rostro, lo suficiente para acercar sus labios y besar con cuidado las dos palmas.

Ella tien muchas ganas de llorar, pero el tiempo le ha secado las lágrimas, ella piensa "si tuviera treinta años menos me arrojaría a tus brazos y tomaría tus labios hasta dejarte sin aliento". Sin embargo ella calla ese sentimiento y entrecierra los ojos acariciando con el pulgar la piel del rostro ajeno.

-Por qué Garp? -ella pregunta de la nada, pero él lo comprende todo, sabe de que habla pero el silencio lo escuda como siempre.

Ella baja la mirada seguida de él, ella quisiera saber que piensa el hombre pero se desespera al no poder siquiera adivinarlo.

-Perdóname por no ser lo que tú querías, por no dar lo mejor de mí...

-Tsuru, espera, por qué hablamos de eso? Ya te dije que hoy rompí mi récord de galletas? - sabe muy bien que aquella respuesta está rompiéndole el corazón a la mujer que por décadas a amado en silencio. 

"Hace algunas décadas Tsuru, Garp y Sengoku eran nakama, siempre estaban juntos y convivían todo el tiempo, se llevaban tan bien que los superiores no se atrevían a separarlos por que juntos hacian un buen equipo.

 Como humanos, tenían sentimientos y emociones, así que al poco tiempo de que Tsuru convivió más con Garp comenzó a sentir algo especial por él, y justamente era porque el hombre era de lo mas divertido, despreocupado pero valiente y fuerte.

Aquella manía de no preocuparse por nada y estar comiendo toneladas de cosas sin engordar un gramo, le parecía tan curioso, le gustaba regañarlo pero al recibir una sonrisa y un perdón por respuesta, cualquier enojo desaparecía y se convertía en una sonrisa de tranquilidad.

Ella se armó de valor porque sabía que si no lo hacía tal vez aquí inútil nunca se daría cuenta.

-Así que... Lo que te quiero decir es que te quiero Garp, te quiero tanto...-ella no estaba sonrojada, pero sus latidos estaban muy acelerados.

El hombre estaba sorprendido, callado y con la boca levemente abierta, su mente se preguntaba el por qué, se maldecía a si mismo. Pero sólo atinó a sonreír y revolverle el cabello a la chica.

Sengoku su mejor amigo lo invitó a tomar un poco de té.  Garp se atrevió a confesarle la platica que tuvo con Tsuru y al escuchar aquella confesión, el futuro almirante de la flota mostró un semblante de preocupación y tristeza.

-a ti te gusta ella verdad, compañero?- Garp pregunta solo para reafirmar lo que ya sabia desde antes.

-... Yo... Ahhg...- el hombre duda un poco y se arma de valor contestando tranquilo pero apenado- así es, Tsuru es una mujer que vale oro, su valentía y disciplina ha sido lo que me ha hecho perder la cabeza... Pero me dices que ella está interesada en ti...

-hey, yo no he dicho que le correspondí- interrumpe su amigo sonriendo de lado y poniendo su mano sobre el hombro ajeno- conquístala, tienes el camino libre 

-pero ella está interesada en ti Garp! Yo no tengo posibilidad...-el hombre de cabello encrespado baja la mirada pensando en su mala suerte.

-por favor! Si eres un excelente prospecto, amigo... Tú llegarás lejos, ustedes son hacen linda pareja!- Garp le animaba con aquel tono despreocupado, lo que Sentoku no tenía ni idea era de que Garp por dentro no quería decirlo, quería disculparse por querer a la misma mujer, pero la decisión la había tomado, era mejor mantener la amistad con los dos que perder la de uno de ellos.

Ese día Tsuru no obtuvo respuesta, así pasó una semana, un mes, meses... Años. Ella escribía cartas a Garp, cartas que nunca le dio. por su parte Sengoku comenzó a estar más tiempo a solas con ella, dejando de ser compañero para ser más un amigo.

 Ella nunca le dijo lo que sentía por su compañero de aventuras, pero cuando Sengoku le abrazaba ella sentía un gran alivio.

- eres tan linda- se atrevió a mencionar Sangoku cuando en busca de curar un rasguño de la mejilla femenina aprovechó para acariciar aquella zona de piel. Pero ella nunca comprendía que el hombre le quería, le quería tanto que prefería callar antes de hacerla molestar.

Tsuru comenzó a utilizar labial rojo, a comer una que otra galleta, a dejar que Garp descansara en su regazo cuando se quedaba dormido, para aprovechar y acariciar ese cabello negro azabache.

Sengoku la invitaba a comer, le llegó a enviar miles de ramos de rosas... Pero un día el corazón de Tsuru no lo pudo soportar más.

-un hijo? Garp... Será papá?- sin darse cuenta por sus mejillas comenzaron a brotar lagrimas, aquella contenidas por infinidad de noches donde el pecho le dolía y ella reprimía el llanto.

En esos momentos ella dejo perder la  batalla, no quiso seguir más, pero nunca pudo darse oportunidad de tener un hijo, salió con algunos chicos pero a todos los mandaba a volar rápido. Sengoku fue su abrigo, su paño de lagrimas y apesar de que sabia el porque nunca quiso hablar de so directamente con ella.

Actualmente Sengoku la sigue invitando a comer, la sigue mirando con ese amor que nunca ha sido correspondido.

 Y Garp por su parte, quiso a la madre de Dragón su hijo, pero nunca lograría amar a nadie tanto como ama a Tsuru"

- te imaginas si tu hijo fuera también mío? Estoy segura que entre los dos... Lo hubiéramos convencido de ser un marino, o doctor, o ingeniero... Cualquiera cosa que lo librará del mal camino...

-Garp...-en ese rostro lleno de arrugas se desliza una leve lagrima de recuerdos bellos - te amo aun... Mi Garp...

El hombre se levanta y se dirige a la puerta, da la vuelta y baja el rostro depositando un leve beso en la frente de la mujer.

Se va en silencio mientras su corazón grita " yo también te amo".