Un pasaporte falso, una identificación modificada, un nuevo nombre y una peluca realmente molesta. El rubio estaba ya de camino a la isla de Sawako, con un nerviosismo presente en cada momento, ya llevaba viajando como dos días y el transporte varias veces fue detenido por personas de la marina.
Siempre fue lo mismo; sacar sus papeles -falsos- y dejar que los marinos le vieran detenidamente para estar seguros de que aquel pasajero era el que estaba en la foto del pasaporte.
-Esta cosa me pica-susurró leve en su camarote compartido con otra familia de tres personas, unas habitaciones muy pequeñas en donde habia dos literas y unos cajones para guardar el equipaje, el joven rubio solo salia para comer algo y luego meterse en la oscura y muy tranquila habitacion.
El chico llevaba una libreta y su pluma para ir escribiendo por el camino. Se aburria demasiado pero no quería tener contacto con nadie, y menos si alguien llegaba a sospechar de él.
La familia con la que estaba compartiendo camarote era un padre con sus dos hijos. Un adolescente y un pequeño y era obvio que los tres sólo llegaban al cuarto en pocos momentos más que nada era sólo para dormir.
Y es que aquel gran barco contaba con varias secciones, piscinas, un comedor grandísimo, casinos e incluso se presentaban diferentes obras de teatro y algunos cantantes novatos.
Pero a pesar de que todo eso llamaba la atención de Marco, él decidió mejor no salir, y si lo llegaba a hacer era durante la mañana para ver como el hermoso sol salía desde el inmeso mar, imagen que muchas veces veía en su barco, pero aquel dulce recuerdo le hacía compañia para no sentirse tan abrumado ni solo por el camino.
Marco casi no cruzaba palabra con nadie, aunque cuando lo llegaba a hacer se denotaba en él una amabilidad y una calidez en su forma de ser.
Fue por eso que el padre de los muchachos que se hospedaban en la misma habitación no tenía maas sospechas de él.
Simplemente era abrir la puerta y encontrar al fenix (Marco) leyendo muy tranquilo o escribiendo en su vieja libreta.
Anunciaba un señor gritando por cada uno de los pasillos, con un uniforme que daba por entendido ser parte de los encargados del viaje, el tipo iba sonando una campana mientras gritaba el nuevo aviso.
-Estamos a sólo dos horas de llegar a su destino, les pedimos de la manera más atenta que se aprevenga con todo su equipaje.
Cuando el rubio escuchó el aviso sus ojos se fueron directo a la puerta de metal cerrada sintiendo como si un aire de felicidad le invadiera por todo su cuerpo, una sonrisa tranquila y llena de nervios se hizo presente.
En esos momentos llegó la familia para empacar sus cosas. Y notaron como el rubio comenzó a empacar de un modo veloz con una sonrisa muy grande en su rostro.
-Me parece que le alegra mucho que ya casi lleguemos señor- comenta el padre sacando las maletas para sus hijos.
El rubio voltea a verle ya que ninguno de ellos le había dirigido la palabra y es que muy en el fondo el padre de familia supo quien era en realidad el rubio.
-Sí señor estoy muy feliz, voy a ver como nace mi hijo- dijo con un gran orgullo sin quitar la sonrisa tan animada.
-Ser padre es algo maravilloso, me alegra mucho que se sienta así- el padre miró a sus dos hijos mas el adolescente volteó los ojos al ver la cara de su padre, pues aquel comentario le pareció muy cursi pero en el fondo estaba como su hermano menor; abrazando a su padre con mucho amor.
Por fin habían llegado a tierra firme y era hora de bajar, el niño miró unos momentos a Marco antes de bajar, tenía abrazado su patito de peluche, su juguete favorito.
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Déjate Llevar (One piece fanfic)
Fiksi PenggemarKuronuma Sawako conocerá a Puño de fuego Ace A pesar de tener personalidades tan diferentes, ellos comenzarán con una tierna, triste pero bonita historia juntos, llena de aventuras, lágrimas, despedidas y mucho amor.