Zayn continuó observando el magnífico cuerpo acurrucado contra él. Admirando cada centímetro de suave piel, voluptuosas curvas y sedoso cabello. Hasta que un sonido lo suficientemente fuerte para despertarla irrumpió en la habitación.
El teléfono de la sala sonaba sin parar. Decidió levantarse a toda prisa a cogerlo antes de que su bella durmiente se despertara para matarlo.
- ¿Quién? -preguntó soltando un suspiró al llegar lo suficientemente deprisa como para que dejase de hacer ruido.
- Zey ¿Donde esta Selena? Todos la estamos esperando desde hace rato -explicó la chica preocupada.
- No va a ir -afirmó él relajadamente.
- Ella no se perdería el cumpleaños de un amigo sin avisar ¿Qué ha pasado? -quiso saber Zendaya algo irritada.
- ¡Esta dormida! -exclamó con un claro tono de diversión. Al otro lado de la línea hubo un silencio, que se rompió poco después por una risita. Zayn se desconcertó un poco. Entendía que ella supiese de lo que hablaba pero no sabía por qué eso le hacía gracia. Un amigo se habría reído de su hazaña y habría bromeado sin parar. Pero Zendaya no era su amiga.
- Alguna vez le tenía que tocar ser la víctima -comentó risueña. Hacía unos años no habría entendido nada de esa conversación. Pero tanto tiempo con alguien como Selena le había enseñado mucho. Sobretodo a pensar mal, muy mal.
- ¿Qué quieres decir? -exigió Zayn notando como se tensaba todo su cuerpo de rabia. La había entendido. Sabía lo que quería decir. Y no se iba a parar a pensar que su pequeña ninfa torturadora había jugado a ese juego con otros hombres. La simple idea le hacía querer romper algo ¡La cabeza de todos esos tipos!
- ¡Nada! -se corrigió inútilmente. También había aprendido que era una habladora y no paraba de meter la pata.
- ¡No irá! -gruñó Zayn, dando por finalizada la conversación. Con toda la intención de colgar y pagar su frustración con algún objeto valioso a su alcance.
- ¡Espera! -le ordenó Zay- Si esta dormida, la despiertas. Si se pierde esta cena, te aseguro que no querrás saber cual será su venganza.
Zayn meditó lo que decía la chica. Tenía razón, Selena se las haría pagar. No le preocupaba un posible castigo, pero la idea de que rompiese su acuerdo, sí le preocupaba. Aunque él no había hecho nada que estuviese en contra de su acuerdo. Pero ella no estaba atada a ese trato. Podía romperlo cuando quisiese. Aún así se negó a verla rodeada de hombres.
- ¡No irá! -repitió ceñudo.
- Harry está aquí. Si quieres venir tú también, lo pasaremos bien ¡Pero despiértala ya!
- ¡No irá! -dijo justo antes de colgar.
No iba a ir a ninguna cena con todos los gigantones que trabajaban con ella. Él sabía como la miraban, como babeaban por ella ¡Todos lo hacían! Aún no sabía como soportaba todo aquello. Sentía que tendría que luchar contra el mundo para tenerla. Por eso era mejor apartarla del mundo y tenerla solo para él.
Caminó hacía la habitación esperando poder descansar un poco y aliviar la angustia que se apretaba en su pecho. Pero esta se multiplicó al no ver a Selena en la cama. Escuchó un ruido y se giró para verla salir del baño. Su fresca y deliciosa fragancia le llegó como una oleada de sensaciones. Ya estaba vestida y levemente maquillada. Aunque era evidente que se había duchado, no tenía el pelo mojado, ni había rastro alguno de prisa en su imagen. Había tenido suficiente tiempo para una ducha rápida y alistarse.
Ella le sonrió mientras se colocaba unos pendientes y recogía su bolso.
- ¿Quién era? ¿Zey? -preguntó Selena sonriente, haciéndole saber que había estado despierta mientras él hablaba.
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Amigos Desconocidos |z.m • s.g|
FanfictionZayn Malik era un chico guapo, seductor e inteligente. El hombre perfecto, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atento con el...