Las semanas fueron pasando y la amistad entre ellos se fue evaporando como el humo de una hoguera en sus últimos coletazos. Zayn no soportaba ver la expectación que levantaba allí donde iba ella. Ya no disimulaba sus curvas y lo torturaba cada día más. Era incapaz de estar cerca de ella, por mucho que quisiese mantener la relación que una vez tuvieron. Había desaparecido. Ella era una perversa ninfa que lo torturaba con cada sonrisa y él estaba harto de fingir que todo estaba bien entre ellos.
Cada día Selena estaba más triste. Sabía que Zayn odiaría a la verdadera Selena pero no pensó que fuese a ser tan doloroso. Intentaba sonreírle y poner buena cara a todos pero solo empeoraba la situación. Así que había decidido alejarse lo suficiente para que él pudiese aclararse qué quería de ella. Si solo quería una conocida más y echar por tierra tantos años de amistad, no le quedaría más que aceptarlo. Pero no soportaría ni una subidita de tono más.
Frente a todos aparentaban estar como siempre, incluso más unidos, ya que ahora también bromeaban con el sexo. Continuamente se repetían esas burlas, y eso era lo que los torturaba a ambos. Pero a solas no eran capaces de estar más de un minuto sin discutir.
- Bueno parejita ¿para cuando la boda? -bromeó Harry.
- Para cuando Zendaya te pelé, o sea, ¡nunca! -replicó Selena burlona.
- ¡Cruel y despiadada! -espetó con fingida furia- No sé como Zayn te aguanta. Algún día verá lo arpía que eres y no te tomara mas en cuenta -se rió Harry de ambos.
- Da igual. Solo lo quiero por el sexo -se burló Selena sonriendo a Zayn.
- Pues andamos escasos de ese tipo de encuentros -continuó la broma Zayn.
- Es que me duele la cabeza -dramatizó burlona.
Ambos habían aceptado ir a tomar algo juntos porque los demás iban con ellos. Hasta el momento solo Harry los acompañaba. Y ya estaban deseando largarse de allí. Zayn cada vez estaba más convencido de que Selena era una desconocida para él. Tenía claro cual de las dos era la falsa. Su amiga, su Selena, nunca había existido. No es que le disgustase la nueva Selena, la adoraba. Y ese era el problema. Adoraba a esa coqueta niñita que con solo una sonrisa le hacía perder el control. Y la culpaba por haber hecho desaparecer a su ángel de la guarda. Por tenerlo obsesionado día y noche con sus suaves y deliciosas curvas. Y sobre todo la culpaba por no necesitarlo.
Pasaban las semanas y conocía más de ella, de su vida. Había hecho tanto sin él, que parecía una persona distinta. Era una persona distinta. Desconocida. Aún no asimilaba el motivo por el que no asistía a las clases del profesor James. Siempre había pensado que era porque era el típico guapo intelectual que tenía a todas sus alumnas enamoradas y no deseaba ser testigo de semejante degradación. La realidad era que mantuvieron una relación y él no lo había superado. No asistía a sus clases por miedo a que le armase un pleito frente a todos.
Ella no era diferente de las demás. Había descubierto a su pesar, que no había nada especial en ella. Salvo esa increíble sensualidad que lo traía loco. Se detestó por ser tan débil. Pero ella no merecía mucho más que eso. Solo deseo. El amor que pudiese haber tenido por ella solo fue un engaño. Él quería a la niña que le leía el alma con solo mirarlo a los ojos. Y esa no existía. Pero esa pequeña arpía frente a él lo tenía obsesionado. Deseaba estrangular con sus propias manos a todo aquel que la mirase. Pero no lo merecía, se repetía una y otra vez. Ella no era especial, era como todas. Y ¿por qué no había podido estar con ninguna otra desde que la tuvo en su cama?
A Selena no le costaba darse cuenta de la ira que sentía su amigo. Si podía seguir llamándolo así. Por mucho que se esforzaba en bromear y seguir sonriendo, no era fácil. Sabía que para él descubrir que era una mujer y que se comportaba como tal, sería duro de asimilar. Pero tenía la esperanza de que pudiese superarlo. Cuanto más tiempo pasaba menos esperanzas le quedaban, pero no podía volver a disfrazarse y hacer como si nada hubiese pasado.
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Amigos Desconocidos |z.m • s.g|
FanfictionZayn Malik era un chico guapo, seductor e inteligente. El hombre perfecto, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atento con el...