Selena abandonó la sala y entró en sus dominios, que ese día estaba vacío, la zona VIP. Rió sin parar recordando la cara de Harry. Pero tuvo que reconocer que estaba guapísimo con esa camisa de seda negra que se ajustaba a sus duros músculos. La semana había mejorado increíblemente rápido, se dijo Selena sonriendo ante las posibilidades que le deparaban la noche.
Harry fue capaz de caminar, aunque no supo exactamente cómo consiguió tal hazaña, y persiguió al diablo encarnado en cuerpo de mujer que lo traía loco. Habría la puerta por la que ella había entrado unos minutos antes y se la encontró. Ella estaba sentada en un semicírculo acolchado, hundida en almohadones e inclinada por completo. Apoyándose sobre un codo lo miraba con una sonrisa traviesa. Él se limitó a observarla desde la puerta, boquiabierto, admirándola. Ella pudo ver sin dificultad el brillo de deseo en los ojos de él y decidió que era el momento perfecto para ser muy mala chica.
- ¡Estoy agotada! Me has hecho trabajar mucho -dijo Selena pero él no le contestó- ¿Crees que haya algo que puedas hacer? -preguntó fingiendo desinterés.
- Doy muy buenos masajes -contestó Harry acercándose lentamente, como una pantera al acecho- ¡Quítate esa cosa y te lo demuestro! -bufó ansioso.
- La ventaja de "esta cosa" es que no es necesario que me la quite para que me des un masaje. Tiene la espalda descubierta -explicó ella tranquila.
- No es en la espalda en donde quiero hacerte el masaje -informó él casi sin voz por la excitación.
Selena lo miro como si no hubiese dicho nada que pudiese incitar a desatar su lívido y sonrió mostrándole que ella tenía el poder, la seguridad de poder controlarse y de manejarlo a su antojo. Harry quiso decirle lo bella que le parecía. Quiso decirle lo sensual que la encontraba. Quiso decirle lo mucho que le atraía. Quiso decirle lo perversa que era. Quiso decirle muchas cosas... pero no dijo nada. Sin darse apenas cuenta, se había tirado sobre ella, cogiéndola por la cintura apretándola más contra su duro cuerpo e invadiendo su boca sin compasión.
Ambos tendidos disfrutaban del beso que cada vez era menos violento y más sensual. Él se separó un segundo para respirar y ella dibujo el interior de los labios de él con la punta de la lengua, provocando un escalofrío de excitación en él. Selena se separó y sonrió orgullosa de que el cuerpo de él respondiese con tanta complicidad al de ella. Harry no aguantó esos segundos sin la boca de ella sobre la suya y arremetió contra ella de nuevo. Pero una voz lo sacó del éxtasis en el que se encontraba.
- ¡Jefa!... -se interrumpió Chris al verlos- ¡Perdón!
- No pasa nada - dijo Selena quitándose a Harry de encima con dificultad, porque él no quería separarse ni un milímetro, y levantándose- ¿Qué ha pasado? ¡Y no me digas jefa! -ordenó irritada- Te he dicho mil veces que no lo soy. Es Tony al que tienes que dar las explicaciones.
- ¡Ya! Como si alguien lo hiciese. Pero esto te compete a ti. Un chico esta afuera dice que conoce al Señor Styles y que necesita hablar con él un momento.
- Si esta en la lista déjalo pasar -dijo Selena sin dar importancia al problema.
- No está. Lo he comprobado. Y dice que avise al Señor. Dijo su nombre y apellido sin que yo se lo dijese, por lo que imagino que lo conoce de verdad -explicó Chris.
- Harry -le llamó Selena para que se hiciese responsable de lo que ocurría- Creo que deberías ver de quién se trata.
- Déjalo entrar y que disfrute de la fiesta me da igual. No pienso moverme de aquí -informó contundente Harry.
- No pidió entrar. Solo dijo que quería hablar con usted -aclaró Chris con frialdad.
- ¡Harry no seas cabezota y ve a ver qué pasa! -ordenó Selena como si tratase con un niño desobediente.
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Amigos Desconocidos |z.m • s.g|
Fiksi PenggemarZayn Malik era un chico guapo, seductor e inteligente. El hombre perfecto, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atento con el...