Capitulo 96 - No soy nada sin ti

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- Es cierto que he sido un cerdo insensible. No me he preocupado por nadie estos meses. Pero en eso me incluyo a mí mismo. No he sido nada lejos de ti. Si he hecho algo bien en estos meses es porque mi hermano y mi cuñada me han obligado –aseguró Zayn

Una oleada de ira la inundó al escuchar hablar de la famosa chica. Sin pensar ni razonar, se enjuagó las lágrimas con el dorso de la mano antes de girarse rápidamente para enfrentarlo. Se paralizó al encontrarle tan cerca, justo frente a ella. Incluso, podría jurar que sentía su respiración sobre sus mejillas. Parpadeó conmocionada y fue incapaz de articular palabra.

- No soy nada sin ti Selena –afirmó él, acercándose más a ella- ¡Te amo! Siempre te he amado y siempre te amaré. No te pido que me perdones, solo que entiendas porqué lo hice. Eres lo único real en mi vida, y en este último año he vivido con el temor de perderte y dejar de existir. Fui un egoísta, que no pensaba en lo que querrías tú. Y pensé que dejar que pudieses encontrar el amor y felicidad junto a otro sería lo correcto, después de haberte obligado a estar a mi lado a la fuerza.

La rabia se iba apoderando de ella. No solo no soportaba escucharlo decirle que la amaba, sino que además se atrevía a justificar todo el daño que le había hecho. Hablaba como si ella no hubiese tenido poder de decisión en todo aquello. Ella había sido la tonta que se había
arriesgado a estar con él por amor. Y él lo había interpretado como sumisión. Estaba furiosa y quería arrancarle la vida que él decía que no poseía.

- ¡Ya sé que me odias! –se le adelantó Zayn, incapaz de soportar escucharla decirlo de nuevo- Sé que nunca podrás perdonarme. Y no sé por qué sigo frente a ti –dijo posando una mano sobre su mejilla- Simplemente no puedo dejar que mi vida se consuma aún más cuando me siento tan vivo al estar cerca tuyo.

Selena podía entender eso. Ella había respirado todo este tiempo sin saber cómo lo lograba. Solo frente a él la actividad de su cuerpo se rehabilitaba. Era como una inyección de energía. Pero conocía demasiado bien el dolor que le seguía con la separación.

De nuevo fue incapaz de hablar al notar como Zayn acariciaba suavemente su mejilla con el pulgar. Veía tanta tristeza en él, que le sorprendía que fuese el mismo chico que ella conocía. Y a pesar de ella, sintió pena por él. Y aún peor, preocupación.

- ¡Te amo! –susurró como despedida Zayn, antes de dejar caer la mano de su cara y abandonar la guerra que tenía para aguantar las lágrimas.

Selena se sobrecogió al verlo llorar. Pero se obligó a no abrazarlo. Era posible que él la pudiese amar de verdad. Y ella lo amaba a él más que nada en ese mundo. Pero era una relación destinada al fracaso. Si algo había aprendido a lo largo de su vida era que amar no siempre era suficiente.

- Yo también te amo, pero... –intentó excusarse Selena.

Zayn notó como su cuerpo gritaba sobreexcitado. Sin pensarlo, cogió a Selena de la cintura y la apretó contra él. Antes de que pudiese explicar cualquier "pero" que continuase a la gran revelación, ¡la besó!

El beso era tan apasionado que Zayn creyó estar dándole su corazón en él. Era la primera vez que ella le decía que lo amaba. Daba igual el tono con el cual lo hubiese dicho o que intentase alejarse de él. Esas palabras habían hecho que su cuerpo cobrase vida y la buscase con
desesperación.

La abrazó más fuerte, hundiendo una mano en su cabello y acariciando frenéticamente su espalda con la otra, mientras la apretaba más contra su duro y necesitado cuerpo. Había olvidado lo que era estar en el paraíso. Durante meses solo había visto oscuridad. Y en ese beso la luz era cegadora. Se sentía mareado y débil de pura felicidad. No entendía como conseguía mantenerse en pie. Pero las ganas de tenerla en sus brazos eran más fuertes que el temblor de sus rodillas.

Selena estaba en una nube de confusión de la que no era capaz de salir. Una dulce y excitante nube, que no la dejaba reaccionar. Pero el tierno y devastador roce de la lengua de Zayn no iba a
borrar tanto dolor. Aunque en esos momentos ni siquiera lo recordase. Ella no podía perdonarlo. No estaba dispuesta a que su vida fuese una montaña rusa de emociones. No quería que le hiciese más daño, por muy bien que se sintiese en sus brazos. Ella no quería una relación como la de...

Se apartó bruscamente de él, haciéndolo tambalearse. Se tapó automáticamente la boca con las manos, sintiendo sus propios labios hinchados por el beso. Y sin poder evitarlo comenzó a llorar.

Amaba a Zayn y nada que pudiese hacer cambiaría ese hecho. Seguiría derritiéndose ante sus besos y caricias. Y por primera vez en su vida, comprendió la teatral relación de sus padres. Daba igual cuanto discutiesen y cuantas horribles cosas se dijesen haciendo que ella se sintiese
tan mal como para huir del hogar cuando pasaba, ellos siempre se reconciliaban y besaban como quinceañeros. Ella había vivido ese horror desde fuera y no estaba dispuesta a vivirlo desde dentro.

- Selena no huyas de mí –le suplicó Zayn acercándosele de nuevo- Sabes tan bien como yo que no podemos vivir el uno sin el otro.

Selena negó lentamente con la cabeza. Sabía que tenía razón. Sabía que salir de esa casa significaba volver al oscuro pozo en el que había estado inmersa esos meses. Pero no soportaría que estar juntos significase discusiones diarias, gritos y reclamos, desesperación y llantos
desconsolados.

Cada recuerdo de las discusiones de sus padres fue a su mente. No quería amarlo tanto que soportar ese infierno le pareciese justo para no perderlo. No iba a permitir que ningún hijo suyo fuese testigo o víctima de esa relación. No iba a repetir los errores de sus padres.

- No quiero una relación de amor y sufrimiento –aclaró Selena con sus ojos llorosos clavados en él.

Zayn pudo distinguir la agonía en su mirada. Y entonces comprendió lo que le pasaba. En ese momento supo por qué nunca le había dicho que lo amaba, porqué temía tanto al amor. Sus padres eran esclavos de él. Y ella había sufrido por cada intento de estos por negarlo. Pero había una gran diferencia entre ellos. Y el no permitiría que ella la pasase por alto.

- ¡No somos tus padres! –Afirmó Zayn abrazándola cuando esta intentó alejarse horrorizada- Ellos no se conocen a pesar de llevar toda una vida juntos. Cada uno tiene una vida que el otro desconoce.

- Nosotros también –espetó ella ceñuda.

- No es cierto –rectificó él con una dulce sonrisa- Tú me conoces mejor que yo mismo. Y yo, por muy ¡imbécil que sea a veces, sé todo sobre ti –explicó Zayn acariciándole gentilmente el mentón.

- Te he ocultado toda una vida –le recordó ella.

- Pero solo fueron acciones. Tus sentimientos solo los conozco yo –afirmó con rotundidad y tanta seguridad que Selena deseó llorar de felicidad.

Sus padres conocían cada minuto de la vida del otro, pero eran incapaces de saber cómo se sentía. Se hacían daño sin saber que lo hacían o lo hacían queriendo para vengarse de que el otro se hubiese atrevido a hacérselo. Nunca había ningún vínculo emocional, salvo el estúpido
enamoramiento que exponían en sus reconciliaciones.

Selena tenía que reconocer que ellos no eran así. Zayn y ella a pesar de todo lo sucedido siempre habían intentado pensar en los sentimientos del otro. Aunque esto los llevase a malinterpretarlos y dañar al otro. Es posible que solo les faltase comunicación. Y ella tenía mucha culpa de ello. Nunca había querido admitir ante él sus sentimientos porque la
realidad de ese fuerte vínculo se manifestaría. Y ella temía perder al que siempre había sido su apoyo por conflictos amorosos. No quería una guerra abierta como era el matrimonio de sus padres. No quería sufrir más. Ni dañarlo a él o a cualquier otra persona que los quisiese.

Pero ¿podrían realmente estar juntos y ser felices?

- Prometo hacerte feliz –susurró Zayn contra sus labios, antes de besarla apasionadamente.

Y como siempre él supo leerle la mente. Sabía de sus temores, y conocía la manera de apaciguarlos. Todo su cuerpo se relajaba ante su toque y su alma flotaba entre la calma y el éxtasis. Era cierto que ellos no inferían los sentimientos del otro en su beneficio. Intentaban
comprender al otro realmente ¡No eran ningunos desconocidos!

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¡Hola Chicas! espero que estén maravilloso, les dejo el penúltimo capítulo de este largo camino, espero que les guste, les mando un beso. 

Amigos Desconocidos |z.m • s.g|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora