Capitulo 83 - Rencores

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Hola hermosas! aqui les dejo nuevo capitulo :) Espero les guste, estoy ansiosa por sus votos y comentarios que hacen el dia :) 

LAS QUIERO ❤️

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- Sebastián él es mi novio Zayn -los presentó Selena, aferrándose al brazo de Zayn, esperando reconfortarlo.

- ¿Novio? -preguntó Sebastián con sorpresa- ¿Desde cuando dices palabras malsonantes? -bromeó él, sin pizca de humor en su expresión.

- Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste - aclaró Selena, apartándose de Zayn, con el rostro ensombrecido por la tristeza.

- Selena...-la llamó Sebastián con pena, haciendo el amago de acercársele para consolarla, pero parándose en seco al encontrarse con la mirada acusadora de Zayn- Yo no quise...

- ¿Qué no quisiste? -estalló Selena finalmente - ¿Qué? ¿Hacerme daño? ¿Abandonarme como si no significase nada para ti?

- Lo eras todo para mí -susurró Sebastián con un nudo en la garganta- No me dejaste explicarte lo que pasó. No respondías a mis llamadas y no podía regresar en ese momento para darte una explicación.

- ¡Pobrecito! -bufó Selena con irritación- Y estabas tan amargado que te echaste nueva novia -afirmó mirando de soslayo a su hija.

- ¡Eso también puedo explicarlo! -afirmó Sebastián acercándosele.

- A mi no me tienes que explicar absolutamente nada. Pero puede que la madre de tu hija si tenga interés en saber que clase de persona eres -aclaró Selena con rabia.

- Un idiota sin corazón, según ella -explicó Sebastián, agachando la cabeza.

- ¡Mujer inteligente! Más de lo que lo fui yo. Esa descripción de tu persona es más compartida de lo que crees -espetó airada.

- Deja que lleve a la niña con mi madre y te explico todo -rogó Sebastián.

- ¿Tu madre? -se calmó Selena instantáneamente- ¿Está aquí?

- ¡Sí! Y le encantaría verte -afirmó Sebastián con una tierna sonrisa.

Elena -la madre de Sebastián- se había convertido en poco tiempo en alguien muy especial para ella. Era una auténtica madre, que le reñía por la ropa que llevaba, por las travesuras que hacía y las horas indecorosas a las que se iba y llegaba. Todo lo que su madre nunca había hecho. Había querido a toda esa familia como si fuese la suya propia. Y por eso había sufrido aún más. Ella nunca tendría un hogar así, y solo podía conformarse en ser una invitada provisional. Por eso prefería no hacerse ilusiones con formar una familia. Ella no estaba destinada a tener una, al menos no una normal.

Zayn se había mantenido al margen de la disputa. Aunque su orgullo le hacía rugir por ser el espectador de lo que parecía una pelea de enamorados y su sentido común le decía que allí sobraba. Pero algo le decía que si ella no era capaz de intentar ser feliz, que si había rechazado el amor hasta ahora, ese tipo tenía algo que ver con ello. Y quería enterarse. Pero obviamente no iba a ser tan estúpido de dejarla irse con él para que le diese una explicación ¡No era tan tonto!

- Selena creo que ya es hora de que volvamos a casa -sugirió Zayn, con una calma que no tenía.

- Deja que yo te lleve a casa -rogó Sebastián, agarrándola de la mano- y hablamos de todo para aclararlo.

- Volveré con mi novio, a nuestra casa -aclaró Selena, sintiéndose culpable después por la expresión dolida en el rostro que una vez creyó sería su único amor.

- ¿Crees que podamos hablar antes de que me marche de nuevo? Solo estaré una semana más -anunció Sebastián con ruego en la mirada.

Selena se sentía afligida. Había odiado a ese hombre por todo el daño que le había hecho. Pero verlo así le hacía pensar si realmente tendría una buena excusa para lo que le hizo. Su corazón se le paró al notar cono la niña tiraba de sus vaqueros para que la atendiese. Se agachó hasta estar a su altura.

- ¿Podrías hablar con mi papá antes de que nos vayamos? Es que sino no va a haber quien lo aguante -explicó la niña sin importancia- Estaba histérico con la idea de volver y...

- ¡Selena! -reprochó su padre, interrumpiéndola.

- Y se pone muy triste cuando la abuela te nombra o sus amigos le preguntan por ti -continuó la niña ignorando la advertencia de su padre- ¿Porque tú eres esa novia de la que todos hablan desde que llegue, verdad? Mi papá me contó que te quería mucho y por eso me puso mi nombre -concluyó la ella dejando a todos sin saber qué decir.

- Creo que es mejor que nos vayamos -excusó a su hija, agarrándola para llevársela.

- Entonces ¿no vas a hablar? - preguntó la niña con incomprensión - ¿Por qué no haces como el novio de mamá y te la llevas en brazos hasta el dormitorio hasta que te escuche? -bromeó a medias la niña.

- No creo que ellos hablen mucho en esos casos - aclaró su padre soltándose en carcajadas.

- ¡Yo sé! Pero al menos ellos no están tan solitos como tú papito -le dijo a su padre y después miró a Selena - Mi papá no muerde, puedes hablar con él - se interrumpió y miro con irritación a Zayn - ¡Si te dejan!

Selena no pudo más que reír por la ocurrencia de la niña. Estaba claro que era hija de Sebastian. Tan atrevida y picaresca como él. Sacó su tarjeta del bolsillo y se la extendió a la niña.

- Este es mi número, que me llame y vemos cuando podemos ¿Ok? - le pregunto a la niña y sonrió al verla asentir.

Agarró del brazo a Zayn y salieron del parque. Ella aún reía por el comportamiento de la niña. Aunque debería llorar ¡Había aceptado verse a solas con Sebastián! Era cierto que tenía curiosidad por saber que le tenía que decir. A veces se sentía como si le faltase una pieza de su puzzle. Pero no quería saber nada del hombre que no solo la había abandonado, sino que había provocado que rechazase el amor y la felicidad. 

Amigos Desconocidos |z.m • s.g|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora