Capitulo 80 - Confesiones

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Hola chicas! como les prometi, aqui va un nuevo capitulo :) Espero que lo disfruten! Muy pronto subire el proximo, asi que esten atentas :) LAS ADORO ❤️

Chicas el siguiente capitulo cuenta con escenas para adultos, asique si no te sientes comoda leyendo ese tipo de contenido, saltate este capitulo. 

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Selena se quedó congelada al verlo. Era puro deseo. Y la miraba como si fuese la última botella de agua en el más caluroso desierto. Era incapaz de articular palabra. Él estaba bello como nunca. Masculino. Puro musculo que se apretaba contra su débil carne, que lo aceptaba sin luchar ¡No debería ser justo que tuviese ese efecto sobre ella!

¡No era nada justo!

Él solo llevaba sus bóxers y la prueba de su excitación estaba más que visible. Y la hacía derretirse. Tragó con dificultad y se perdió en el oscuro brillo pecaminoso de sus ojos. Prometían lujaría y pasión. Selena no pudo más que gemir. Ese era el motivo por el que llegaba cuando él ya se había acostado, no tenía defensas contra él. Era tocarla y se convertía en gelatina en sus manos.

No hablaron, ni lo intentaron. Zayn la cogió en brazos y la condujo hasta la mesa, dejando un rastro de besos en su cuello. Selena cerró los ojos para saborear el delicioso placer que le provocaba y se dejó caer sobre la mesa, exponiéndose por completo ante él. Zayn la devoró con la mirada y comenzó a acariciarla suavemente, conteniendo la urgencia de su cuerpo. Quería alargar más el placer. Le subió lentamente la falda, dejando su huella sobre la piel de sus muslos. Masajeó el interior de estos, haciendo que ella no pudiese evitar sollozar ante la tortura. Rozaba la zona más intima pero no disminuía el palpitante deseo de ella. Ninguna caricia llegaba hasta donde ella más las quería. Quiso gemir indignada, pero se convirtió en un nuevo sollozo al notar sus grandes y expertas manos sobre sus pechos. Haciendo a un lado la camisa, se hizo cargo de que también desapareciese el sostén. Ella grito de placer al sentir los dulces labios contra su delicada piel. Su lengua hacía la misma labor, tentándola. Sus manos vagaban hambrientas por su vientre y caderas.

- ¡Te amo! - susurró Zayn, bajando sus besos, sustituyendo el lugar de sus manos.

Selena era incapaz de razonar y mucho menos de descifrar lo que acababa de escuchar cuando sus besos rondaban sus caderas. Zayn continuó su deleite de besos por cada rincón del dulce y sedoso cuerpo bajo él. Selena gimió extasiada y reclamó su boca en un exigente beso. Los bóxers de él fueron desapareciendo bajo sus manos ansiosas. Zayn no se pudo contener ni un segundo más y se posicionó. Llegó hasta lo más hondo de ella, en cualquier sentido posible. Selena se retorcía sobre la mesa, con deseo y frustración. Contorneaba las caderas bajo él, exigiéndole más.

Una vez saciados, Zayn se dejó caer sobre el frágil cuerpo bajo él. Ella parecía una muñeca de porcelana, capaz de romperse al tocarla. Adoraba el sonrojo en sus mejillas después de hacer el amor. Y los rastros sonrojados en toda su piel, producto de la aspereza de su propia piel al restregarla con desenfreno, con habidos besos. Era la personificación de la belleza en esos momentos.

Se obligó a separarse de ella, con un gruñido de protesta hacía él mismo y la cogió en brazos. Ella no dijo ni hizo nada. Solo lo miraba con sus enormes ojos muy abiertos, pendientes a él. Le sonrió cuando Selena le rodeó el cuello con sus temblorosos brazos y la llevó hasta la cama.

Selena no podía creer lo que había pasado. Nunca pensó que hacer el amor con Zayn pudiese ser mejor de lo que ya lo era. Pero esa noche supo que el amor iba creciendo y hacía que las sensaciones aumentasen a su vez.

¡Amor! Eso era lo que había entre ellos. Porque él le había confesado que la amaba. Quería gritar de felicidad, pero quiso ser razonable. En un momento como ese ella misma habría gritado cualquier cosa con tal de que no parase. Probablemente se dejó guiar por la excitación y no pensó lo que decía.

- ¡Te amo! – le susurró de nuevo Zayn, en el oído al dejarla sobre la cama y tenderse rápidamente junto a ella.

¡De acuerdo, ahora no lo había dicho en un momento de excitación! ¡La amaba! ¡Oh, sí, ella quería gritar de alegría! ¿Quién dijo que no se podía ser feliz? ¿Ella? Bueno, siempre había sido un poco estúpida ¿Qué más daba si todo funcionase o no, que todo acabase al día siguiente? ¿Qué importaba si se acababa el mundo en ese mismo momento? Él la amaba y eso la hacía tan enormemente feliz que nada más importaba.

Zayn estaba preparado para agarrar a Selena cuando intentase huir de él al escuchar su confesión, para besarla si intentaba discutirlo. Estaba preparado para cualquier cosa menos para lo que hizo. Todo su cuerpo se quedó rígido al notarla acurrucarse sobre su pecho ¿El infierno se había congelado? ¿Qué llevaba a la mujer que consideraba el amor un insulto, a abrazarlo después de haberle confesado el suyo?

La apretó más contra él para asegurarse de que no estaba alucinando por el éxtasis del increíble placer que había obtenido de la unión ¡Era real! La tenía allí, sobre su pecho, notando su regular respiración contra sus duros músculos.

Aún inseguro, la aferró más a él, mirando al techo, esperando que en cualquier momento lloviese fuego. O cualquier otro indicio del fin del mundo. 

Amigos Desconocidos |z.m • s.g|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora