Selena se descalzó y acomodó una almohada tras su espalda. Sentada relajadamente sobre la cama, veía a Zayn dar vueltas por la habitación.
- No te irás a ninguna parte -bramó Zayn, sin dejar de caminar de un lado para otro.
- De acuerdo –aceptó Selena sin resistencia.
- ¡No te irás! -afirmó contundentemente, mientras volvía sobre sus pasos.
- Lo he escuchado la primera vez -aclaró Selena con una sonrisa paciente.
- ¡Bien! -exclamó Zayn, parándose al fin.
Aún mirando al suelo y con el ceño fruncido, se dejó caer sobre la cama. Hundiendo el rostro entre sus manos, con expresión abatida. Le iba a estallar la cabeza. Había tanta información nueva que digerir, que era incapaz de asimilar nada. Toda su vida había cambiado en unos minutos. Su madre no era una egoísta y mentirosa, sino que había hecho todo lo posible para mantenerlo y darle un hogar. El que pensaba que era su padre no era el desdichado que él pensaba. Su verdadero padre... ¡No! No quería pensar en él, se dijo Zayn, sintiendo que le estallaría la cabeza. Tampoco quería pensar en que nunca había sido hijo único. Tenía un hermano de su edad y una hermana. Y sin duda no quería pensar en los coqueteos que se habían procesado, su hermana y él ¡Todo aquello era una pesadilla!
- ¡Ven aquí, guapo! -ordenó Selena risueña, mientras lo agarraba por un brazo y tiraba de él para que cállese tendido, junto a ella.
Zayn se dejó arrastrar y se tendió junto a ella. Cuando ella volvió a tirar para que subiese lo suficiente para abrazarlo, él la miró, por primera vez desde que entraron al cuarto. Todo el caos de su mente giró a una velocidad que lo mareó y se echó en los brazos de Selena. Ella lo meció suavemente en su regazo y le acarició el cabello.
- No tienes que encontrarle una solución -le aseguró Selena, como si leyese su mente- No son problemas, es la realidad ¡No hay soluciones! Solo te queda asimilarlo. Pero no hace falta que lo hagas esta noche ¡Duerme un poco!
La abrazó más fuerte y le besó la frente. Ella tenía razón, no había soluciones. No podía cambiar el hecho de que Edward era su padre y Ashley y Zac sus hermanos. No podía cambiar el pasado y rectificar su mal comportamiento con su madre. No podía hacer nada para que todo lo que había escuchado esa noche no fuese verdad. Y sin duda, no podía hacer nada para dejar de amar a Selena, se aseguró Zayn emborrachándose con la fragancia de la chica.
- ¡Zayn, duérmete! -le reprobó Selena, al notar una oleada de placer cuando él hundió el rostro en su cuello.
Zayn se alejó un poco de la tentación de su cuello, con una sonrisa y se apoyó sobre su pecho para intentar dormir.
¡Mala idea! le dijeron todas las alarmas de su cuerpo, al notar los turgentes pechos contra su mejilla. Todo su cuerpo se tensó y se quedó inmóvil, maldiciendo por no poder alejarse. En ese momento habría agradecido que su sangre continuase regando el cerebro y pensando en los miles de pedazos en los que había estallado su vida. Pero no, toda su sangre había emigrado al sur. No debería excitarse en un momento así. No debía aprovecharse de ella de nuevo. Ella lo estaba consolando y si él comenzaba un contacto más intimo ella no lo pararía ¡No podía aprovecharse de nuevo de ella!
Selena se estremeció de placer al notar el aliento de él sobre su cuello y reprimió un gemido al notarlo sobre ella. Pero sabía que se estaba conteniendo, podía notar la tensión de todos sus músculos. Y era lo mejor, se aseguró Selena convencida. Tenía mucho en lo que pensar y una noche de pasión no le ayudaría en nada. Aunque lo podría dejar exhausto y así dormiría, dijo una vocecita maliciosa en su mente ¡Pero, no! ¡No lo haría!
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Amigos Desconocidos |z.m • s.g|
FanfictionZayn Malik era un chico guapo, seductor e inteligente. El hombre perfecto, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atento con el...