Zayn y Selena consiguieron salir de la habitación sin desvelar sus sentimientos. Cosa que les costó muchísimo a ambos. Bajaron por las escaleras cogidos de la mano. Y por primera vez en mucho tiempo, estaban seguros de estar junto a la persona que mejor los conocía del mundo. Se sentían felices y seguros. Como cuando eran pequeños y dejaban de lado a sus compañeros para estar juntos. Nadie era más importante.
- Pareces una princesa bajando por las escaleras -admiró Zayn, viendo como el largo del vestido se esparcía a su alrededor.
- Es que lo soy -bromeó ella con una sonrisa dulce.
Llegaron hasta la sala donde les esperaban sus hermanos. Trisha y Edward ya se habían ido. Se pararon frente a ellos y su pícaro hermano comenzó a silbar bromista.
- Sí que se han tardado ¿Me estaban haciendo eh? -se burló Zac, palmeando su hombro.
- ¡Cállate! Me estaba dando su regalo -explicó Zayn enseñándole las entradas.
- ¡No! -gritó Zac quitándoselas de las manos- Definitivamente, quiero una novia como la tuya.
- ¿Y a ti? -preguntó Ashley a Selena, ignorando a su hermano emocionado- ¿Qué te ha regalado?
- Esta pulsera –señaló Selena, mientras los hombres seguían emocionándose con el que sería el partido del siglo.
- Es preciosa -afirmó Ashley y después miró a sus hermanos- Son como niños.
- ¡Peor! ¡Son hombres!
Las chicas se rieron mientras arrastraban a sus acompañantes hasta la puerta. Ellos no dejaron de hablar del mismo tema una y otra vez. Zac intentó convencer a su hermano para que le invitase a ir con él. Y aunque no lo hubiesen hablado, él tenía la esperanza de ir con Selena.
Llegaron a una fiesta bulliciosa. Y, por una vez, Zayn no se molestó de que todos se girasen para mirar a la belleza que iba de su brazo. Si uno se atrevía a acercarse era otra cosa. Pero que la mirasen no le importaba. Él sabía mejor que nadie que era la más hermosa del lugar. Y, al menos esa noche, era toda suya. No importaba que todos la deseasen porque ella no se alejaría de él.
¡De acuerdo, sí estaba celoso! Pero no estropearía la noche demostrándolo. A no ser que algún idiota se atreviese a intentar algo. Entonces lo mandaría al hospital y pediría misericordia después, hasta que a ella se le pasase el enfado.
- ¿Y esa mala cara? -preguntó Selena, observando como el rostro de Zayn se retorcía con cada pensamiento.
- Nada -disimuló él, con una sonrisa- Este lugar está muy oscuro. No se ve nada.
Selena miró a su alrededor y observó la tenue luz de miles de pequeñas lámparas de colores esparcidas por toda la amplia sala. La diversidad de atuendos, la mayoría muy llamativos. Las risas y la música inundaban el lugar. Era perfecto. Todo estaba tan animado como su feliz corazón. Un fiel reflejo de como se sentía. Y además, no tenía que ocuparse ella de que la fiesta fuese un éxito. Podía relajarse y disfrutar. Y teniendo a Zayn a su lado, eso sería muy fácil.
Selena sonreía ante las expectativas de la noche cuando Zac se les acercó.
- Bueno -dijo el joven frotándose las manos, como un hambriento ante su festín- es momento de que nos dividamos. Siéntanse como en casa que yo me encargaré de encontrar quien me arrope.
- ¡Ag! Ahórrate detalles -rogó Selena asqueada- Ve en busca de tu victima ahora que están borrachas y vulnerables.
- Graciosa -gruñó Zac antes de irse hacía una exuberante rubia.
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Amigos Desconocidos |z.m • s.g|
FanfictionZayn Malik era un chico guapo, seductor e inteligente. El hombre perfecto, que toda mujer desearía. Y lo sabía. Se había encargado personalmente de que todas ellas se lo confirmarán. No había fémina que se le resistiese. Aunque dulce y atento con el...