El Tatuador

"Un completo desperdicio"

Desperté sintiendo una pequeña molestia en mis ojos, gracias a la luz que se filtraba por la ventana, dándome directo a la cara.

La noche anterior había sido totalmente divertida.

Después de comer, Dean nos llevó por un helado y luego a un mirador. Él y Nathan fumaron un par de cigarrillos, mientras yo disfrutaba de la hermosa vista. Obviamente tomé un par de fotografías... bueno, un poco más que un par, okey... demasiadas, pero que son 83 fotos?.

—Megannnn... ¡despiertaaa!- dice Nathan entrando a mi habitación sin siquiera tocar antes. 

Me acomodo boca abajo en mi deliciosa y suave cama mientras me cubro completamente con mi cobija. No quiero levantarme aún. Muero de sueño.

—Megan, pinche floja. Levántate—dice haciéndome cosquillas. Me retuerzo un poco antes de darle una patada en el brazo. Él bien sabe que odio las cosquillas.

—diablos... ¡Megan!- volteo a verlo. Creo que esta vez lo golpeé un poco duro. Pero él se lo ha buscado —Carajo. Me dolió mucho—dice sobando su brazo, el cuál ha adquirido un tono rojizo. Hago un puchero mientras lentamente cubro mi cara con mi cobija.

—perdón—digo intentando contener las ganas de reír.

—desgraciada. Bien sé que no lo sientes. Es más. Podría jurar que en este momento andas mordiendo tu lengua para evitar reír a carcajadas — dice y me sorprende el acierto de sus palabras. ¿Cómo lo supo?.

Bajo un poco mi abrigada cobija, dejando sólo mis ojos al descubierto.

—te preguntas como lo sé, cierto?—¿Como demonios lo sabía? Ahora resulta que mi hermano tiene novia y a parte de eso también es brujo? Lo único que falta es que me digan que Dean es gay. O sea, no tengo ningún problema con los homosexuales, pero sería un completo desperdicio que ese adonis prefiriera  jugar para el otro equipo.