Agradecí a los chicos de la mudanza y cerré la puerta dando un largo suspiro
Este año comenzaba la universidad. A mi fortuna, quedaba en una ciudad lejos de dónde vivían mis padres. Pero cómo no accedieron a dejarme sola,me mandaron a vivir con mi hermano. No me malinterpreten, amo a Nathan, es sólo que me molesta que mis padres no crean que ya puedo vivir sola, digo... ¡Ya tengo 18!.
Terminé de desempacar las cosas de mi habitación. Y me recosté en el pequeño sillón que había acomodado junto a una ventana.
Observé un poco la vista. Todo era hermoso. Desde el apartamento de mi hermano se podía ver la mayor parte de la ciudad, y en esta época del año, se ve espectacular.
Los grandes edificios y algunas casas bastante tradicionales lograban darle un bello contraste. Y para completar, a lo lejos se podía ver la playa, el mar, y la forma en que este se juntaba con el cielo.Tomé mi computadora, la encendí y después de revisar mis redes sociales, decidí hacer una video llamada con mi mejor amiga, Gaby. Ella se había quedado en mi antigua ciudad, no tenía los recursos para huir de sus padres, como yo lo hice.
—¡Hola Meg!— saludó Gaby eufóricamente.
—Hola. ¿Cómo estás?. Me has extrañado...? Yo sé que sí—Dije riendo.
—¡Siii!, no sabes la falta que me haces- dijo dramática— pero cuentame, ¿que tal todo por allá? ¿Cómo está Nathan?.
—¿Cuando vas a superarlo?— Dije rodando los ojos.
Nathan ha sido el amor platónico de Gaby desde el primer día que ella fue a mi casa.
Un simple 'hola' bastó para que ella se enamorara. Any way, era muy raro, ya saben, que mi mejor amiga saliera con mi hermano no era una idea que me sonara muy agradable.Sin darme cuenta, ya había oscurecido. El tiempo se me pasó muy rápido.
—Megan,vamos a comer— dijo Nathan entrando a mi habitación—¿con quién hablas?—se acercó a mí.
—Con Gaby.
—Ah, hola Gaby— dijo sonriendo.
—Hola Nate. ¿Cómo estas?—preguntó Gaby.
—Pues... no muy bien, ahora que tengo que aguantar a tus desperdicios —dijo Nathan señalandome.
—Serás pendejo— dije golpeándolo.
—¡Ay! ¡Era broma!— dijo Nathan intentando abrazarme.
—¡No! Aléjate. Me enojé.
—Vamos hermanita. Déjate querer.
—¿En que estabamos Gaby?—dije ignorando a mi hermano.
—Estabamos en...
—Gaby. Un gusto haberte visto pero ella y yo tenemos que irnos, ¿bueno? Bueno. Chao—interrumpió Nathan cerrando el video chat.
—¿Por qué hiciste eso? — dije molesta.
—Porque sabía que tú no ibas a despedirte de ella por ahora y yo tengo hambre.
Lo fulminé con la mirada.
—Dale Meg. Abrígate. Espero abajo.
Apagué mi computador y me levanté de mi cómodo asiento.
Fui hacia mi armario y saqué un saco verde oscuro.
Me miré en el espejo detrás de mi puerta.
Perfecto.
Mientras me aplicaba brillo labial, alguien tocó el timbre.
—¡Yo voy! —gritó Nathan.
—Que bueno, porque... ¡yo no iba a hacerlo! — grité.
—Megan, baja rápido. Llegaron por nosotros —dijo Nathan al otro lado de la puerta de mi habitación.
Salí. Bajé las escaleras y me encontré a mi hermano junto con otro muchacho. No puedo negarlo, era muy guapo.
Me acerqué a ellos y di un tímido saludo.
—Ella es mi hermana Megan— dijo Nathan mirándome.
Estiré mi mano para estrechar la de él a lo cuál él correspondió.
—Como ya sabes, soy Megan— dije con tímidez. Podía sentir mis mejillas ruborizarse rápidamente.
—Yo soy... Dean.
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El Tatuador
Genç KurguYo era una chica buena. Nunca hice nada que pudiera afectarme o afectar a otros, mucho menos a mi familia. Pero... al llegar a una nueva ciudad, todo cambia. Nunca creí que podía transformarme tanto simplemente por complacer a un hombre. Mucho me...