Gritos y peleas

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➡POV Megan

Corrí por las escaleras en dirección a la habitación en la que estaba unos minutos antes y de la que no debí haber salido.

Cerré la puerta tras de mí, caminé hacia la cama y me senté al borde de ésta.

A Josh no le puede gustar Gaby. Se supone que soy yo quien le gusta.

La puerta se abrió...

¿No le pusiste el seguro?

Gaby entró y se sentó a mi lado.

--Hola-- dijo tímidamente.

--Hola-- respondí cortante.

--¿Ya te sientes mejor?

Asentí.

--Así que... ¿tú y Josh son novios?--indagé.

Rió por lo bajo.

--No. Al menos por ahora.

Tras de todo espera tener algo con él.

--¿Te gusta?

--Algo así--respondió.

--No puedes tener nada con él.

--¿Por qué no? ¿Tiene novia? --su rostro reflejaba verdadera tristeza.

En efecto, a Gaby le gustaba Josh.

--Porque yo le gusto--dije sin más.

--Algo así noté pero... ¿a tí te gusta?

Me levanté de un salto y miré a mi mejor amiga a los ojos. Me molestó mucho verlos así y por supuesto, no me iba a quedar con las ganas de hacerselo saber.

--No importa si me gusta o no. A él no le pueden gustar dos chicas al mismo tiempo.

--No entiendo que quieres decir con todo esto.

Sabes muy bien lo que quiero decir.

--Megan... --se acercó cautelosamente.

--¡No me toques!-- advertí.

--Pero dime que te sucede.

--¡Tú sabes lo que me sucede!

--No. No lo sé. Por favor dime--su tono de voz era calmo. Claramente ella no quería pelear.

Pero yo sí

--¡Quieres todo lo que tengo! ¡Nunca puedo ser feliz porque de alguna u otra forma intentar arrebartármelo!

--¿A qué viene todo esto?--seguía tranquila.

--¡A Josh!

--Entonces si te gusta--bajó la cabeza.

--¡No!

--No entiendo.

--Yo le gusto pero él no me gusta. Sólo me gusta gustarle y que tú llegues y lo enamores --hice una mueca de fastidio-- lo único que lograrás es que tú le gustes.

--¡Sigo sin entender el problema!--comenzó a levantar la voz--si no te gusta, ¿por qué no puede gustarme a mí?

--¡Por que no!

Salí corriendo y cuando iba por las escaleras me encontré con Josh.

--¿Qué pasó allá arriba? ¿Por qué estaban gritando?

--Nada--respondí y seguí corriendo hasta llegar a la calle.

Caminé un par de cuadras intentando olvidarme de lo sucedido y escuché a mi espalda un claxon.

Volteé para ver el auto de Dean. Me dirigí hacia él para encontrarme con mi hermano en el asiento del copiloto.

Oh, oh.

--Sube--dijo mi hermano.

--Tranquilo. Yo iré caminando.

--Que subas.

Hice lo que me dijo y me senté en el asiento de atrás.

Lo que te espera.

El TatuadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora