"Que chico tan puntual"

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Volvimos a casa, Dean con cara de puño, Nathan parecía estar caminando por las nubes, a Lucy la dejamos en su casa y yo, yo estaba dichosa de poder ver a Benjamín al día siguiente.

Había hablado con Nathan acerca de salir con Josh y no pareció molestarle en lo absoluto... hasta que Dean intervino diciendo que era muy pequeña para salir con muchachos. Tuve que prometerle a mi hermano que no haría nada indebido y que sólo iba a ser una salida como amigos.

Fui a mi habitación, me di una ducha rápida y salí directo a buscar mi teléfono para llamar a mi mejor amiga.

No sé a que hora me quedé dormida, pero debió ser muy tarde, las ojeras lo confirmaban.

Eran cerca de las diez de la mañana y por lo visto, no había nadie en el apartamento. Home alone. Me dirigí a la cocina, mi estómago pedía comida a gritos. Tomé una banana, avena, leche y unas semillas raras que encontré en uno de los gabinetes para prepararme uno de esos desayunos "tumblr" que últimamente he visto demasiadas veces en todos los feeds de mis redes sociales.

Tenía más de cuatro horas para prepararme para mi salida con Josh. Menos de cinco horas para mi primer tatuaje.

Tenía los nervios a flor de piel y pensaba en el diseño mientras terminaba mi saludable desayuno. Terminando este, aún no decidía que quería tatuarme, por eso decidí preguntarle al único que podía darme una respuesta acertada... Google.

Sin darme cuenta, ya eran casi las dos de la tarde. Me levanté rápidamente de mi escritorio y me metí a bañar, sólo tenía una hora para arreglarme. Los sesenta minutos más rápidos de mi vida. Jamás una hora había sido tan rápida, sentía que el tiempo no iba a ser suficiente.

Diez para las tres y estaba, sorprendentemente, lista. Ya tenía el diseño, me veía bien y acababa de recibir un mensaje de Josh diciendo que ya estaba abajo esperando.

Que chico tan puntual.

Salí disparada y... Oh! Sorpresa! Dean estaba en la puerta diciéndole quien sabe que al pobre Josh.

-Ajá -ese era Josh.

-Más te vale-escuché a Dean.

-¿De qué hablan? -pregunté mirando a mi amigo por encima del hombro de Dean.

-De nada-me respondió Dean antes de desaparecer por las escaleras.

Levanté las cejas esperando que Josh me respondiera pero este solo se alzó de hombros e hizo una seña para que saliera. Eso hice pero tuve que girarme para cerrar la puerta.

Llegamos hasta el aparcadero donde había dejado su auto. Un lindo... No sé, sinceramente no sé mucho de autos pero puedo decir que era un clásico, se parecía mucho a esos que pasan en los programas de coleccionistas.

Gentilmente, me abrió la puerta del copiloto y seguido, se fue hacia la del conductor y salimos de la edificación.

-¿A dónde quieres ir? -preguntó sin apartar la vista del camino.

-¿Qué propones? - dije aunque sabía perfectamente a donde iría.

-¿Qué tal ir a comer algo? -me dedicó una tierna sonrisa.

-Me parece bien.

-Conozco el lugar perfecto.

Reí por lo bajo.

La tarde estuvo llena de bromas, adivinanzas, cumplidos de su parte y más bromas.

Nos detuvimos en un semáforo en rojo. Busqué mi teléfono para mirar la hora y confirmar que aún tenía tiempo de pasar por la Tattoo shop. La había pasado muy bien con Josh pero no podía olvidar mi propósito. Tenía cerca de dos horas antes de que Ben cerrara el local. Podía sentir la mirada de mi acompañante sobre mí.

Guardé el teléfono de vuelta en mi bolsillo y levanté la cabeza para de...

Reaccioné a los pocos segundos de que Josh se separara de mí.

Me besó...

Y no hiciste nada para detenerlo.

Parpadeé un par de veces intentando asimilarlo. ¿Por qué me había besado?

Porque pensó que eras un chapstick gigante.

-¿Por... Por qué...e me besaste?-mi voz salió algo débil.

Se rascó la nuca algo avergonzado y me vio directo a los ojos.

-Meg... Tú... Tú me gustas.

El TatuadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora