El Tatuador

Oscuridad y voces

--¿Qué quieres?-- preguntó un muy somnoliento Nathan apoyado en el marco de la puerta.

Había decidido ir al apartamento de Nathan para tener algo mas en que pensar, al menos por un trato.

--¿Quieres ir por algo de tomar?

--Estaba durmiendo y tú deberías hacer lo mismo, pareces muy cansado.

--No he podido dormir y pensé en llevar a mi mejor amigo a algún bar e invitarle un par de tragos--me encogí de hombros restándole importancia.

--Normalmente soy yo el que dice eso. ¿Qué te sucede? ¿Pasó algo malo? ¿Qué hiciste? --se hizo a un lado para que pudiera entrar.

--¿Acaso no puedo invitarte algo sin que pienses que hice algo malo? --suspiré exasperado.

--Algo pasó. Estoy seguro.

--Necesito despejar mi mente, sólo eso. ¿Vienes o no?

--Pasa. Me visto y salimos, yo aún necesito asimilar todo este asunto de Lucy.

Se perdió en la oscuridad del apartamento. Busqué mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón. 23 mensajes, 15 contactos, todos eran chicas pero ninguna era Megan.

Guardé el aparato de nuevo en mi bolsillo y entré en busca de Nate, seguramente se había quedado dormido mientras se colocaba los zapatos.

Subí las escaleras y vi una tenue luz por debajo de la puerta de la habitación de Megan.

Me acerqué a ella y confirmé que estaba cerrada.

Apoyé mi oído contra la madera color caoba que me impedía ver lo que hacía el amor de mi vida y la escuché hablando.

¿Con quién hablaba a esta hora? Es más de media noche.

--Es tan lindo--decía una voz femenina al otro lado de la puerta, pero no era Megan.

--Supéralo ya, Gaby-- era sí era Megan.

--No puedo, es hermoso.

--¡Claro que no! Es mi hermano, es horrible.

--Él es muy atractivo, como tú. Por cierto, ¿ya tienes novio?

--No -- pero me tendría si quisiera.

--¿Acaso Nathan no tiene algún amigo lindo?

--El mejor amigo lo es -- está hablando de mí. No pude evitar emocionarme-- pero me cae mal.

¿Qué?

--¿Por qué? No es posible que alguien te caiga mal.

--No sé, se cree mi papá o algo así. Siempre está diciendome que hacer, es muy molesto.

--¿Qué haces?-- preguntó Nathan detras mío.

Piensa rápido.

--¿No es ésta tu habitación? Vine a ver porqué demorabas tanto en cambiarte.

Eso!

--Bien sabes que esta es la habitación de Megan y que la mía es la del fondo.

--Todo está oscuro, no sé muy bien donde está que--intenté excusarme.

--Dean... ¿te gusta mi hermana?