Me preparaba para un largo y relajante baño, arrojé un par de bath bombs a la tina, y me dispuse a desvestirme.
Metí primero el pie derecho para asegurarme de que el agua estuviese a una temperatura adecuada. Después de confirmar que tenía el calor apropiado, me sumergí.
Hacía mucho tiempo no me sentía tan bien. El líquido recorriendo mi cuerpo, la calidez del ambiente y mi playlist favorita de fondo. Cerré los ojos para así, complementar mi distensión.
Grave error.
La imagen de Dean vino a mi mente y no como un recuerdo feliz. Todo lo contrario. Recapitulé la "pequeña" disputa que tuvimos al salir de la heladería. Si, no llevo ni una semana en esta ciudad y ya me conocen como "la chica del novio hiper celoso", aunque ni siquiera esté cerca de entablar una relación con ese chico.
Sinceramente, no sé que sucedió. Salí de la heladería, caminé hacia el auto e intenté abrir la puerta pero estaba asegurada. Rodeé la máquina hacia el asiento del piloto, en el que estaba sentado Dean. Di unos golpecitos con mi dedo índice en su vidrio con el propósito de llamar su atención y que me permitiera el ingreso al vehículo. Nada. Me miró de reojo unos segundos y volvió su mirada al frente. Quedé algo desconcertada, 5 minutos antes, se comportaba como todo un caballero y ahora sólo me ignoraba. Toqué repetidamente su vidrio hasta que al cabo de unos 2 minutos lo bajó. Lo miré con la ceja levantada espectante de alguna justificación pero simplemente no recibí nada.
Le pregunté que pasaba, quería saber la razón de su aparente enojo. ¿Qué sucedió después? empezó a gritarme.
Retrocedí unos pasos. Acto seguido, abrió la puerta y salió de su auto. Me miró de pies a cabeza detalladamente.
Resumiendo... me reclamó por "coquetearle" al chico que nos atendió. Si, con comillas, porque obviamente Josh no me estaba coqueteando, sólo me invitó a salir, ¿acaso no se puede salir con un amigo?
Su escenita me molestó tanto que decidí volver a casa sola. Tampoco fue muy buena idea. Era un trayecto de al menos una hora a pie y, claramente, como no conocía (no conozco) la ciudad, me perdí. Tuve que pedir varias indicaciones y tardé dos horas más de lo debido.
Ahora estoy en la bañera intentando despejar mi mente, pero me resulta imposible.
No logro comprender el comportamiento de Dean, ¿por qué actúa de esa manera? ¿será que le gusto?
El premio a la obviedad del año va para Megan Jacobson. Aplausos. Aplausos.
¿Disculpa? ¿obviedad?
Cariño, no me digas que apenas te diste cuenta.
¿Darme cuenta de qué?
LE GUSTAS A DEAN
Por supuesto que no. Dean no se fijaría en mí.
¿necesitas más pistas? Estás grave niña.
Es imposible que le guste. Ya déjalo.Si, porque eres terca como mula. Luego no digas que no te lo dije.
Lo que digas.
Estiré mi mano para apagar la alarma de mi teléfono.
-¡¿DÓNDE CARAJOS ESTÁS?!-gritaron del otro lado de la línea. Al parecer era una llamada, no la alarma.
-Diablos, Nathan, ¿por qué gritas?-me froté los ojos para terminar de despertarme.
-Te estamos esperando en el restaurante hace como 10 minutos. Dean ya tiene hambre. ¿Se puede saber donde andas?
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El Tatuador
Ficção AdolescenteYo era una chica buena. Nunca hice nada que pudiera afectarme o afectar a otros, mucho menos a mi familia. Pero... al llegar a una nueva ciudad, todo cambia. Nunca creí que podía transformarme tanto simplemente por complacer a un hombre. Mucho me...