Mi mundo se vino abajo. Todo empezó a darme vueltas. De repente empecé a sentirme débil y un poco desorientado.
El amor de mi vida...
Megan...
-----------Cuatro años después--------
Gaby me estaba ayudando con la decoración para el cumpleaños de mi futura esposa. Yo organizaba la mesa con los bocadillos mientras ella inflaba los globos. Originalmente ese iba a ser mi trabajo, pero después de inflar el tercero estuve a punto de desmayarme y decidimos reasignarnos las tareas: ella hacía el "trabajo pesado" como inflar globos, colgar decoración o mover cosas de lugar, mientras yo hacía cosas que no requirieran gran esfuerzo físico. Mi yo de dieciocho años estaría avergonzado de mí en este momento. Pero bueno, la vejez no llega sola.
Esta fiesta iba a ser una sorpresa para mi hermosa prometida. Fue idea de Gaby planear todo esto, incluso llamó a mi suegra y logró convencerla para que nos ayudara a mantener a Frankie lejos de casa por un par de horas. También envió la invitaciones y, por si fuera poco, ella misma hizo el pastel. Era de vainilla, relleno de mermelada de frutos rojos y estaba decorado con fondant de varios colores, simulando una pintura hecha con acuarelas. Frankie iba a amarlo. Pero no tanto como yo amé el trabajo que acabo de hacer con esta mesa.
Alguien estaba tocando la puerta. Gaby y yo nos miramos... Frankie.
No habíamos terminado de arreglar el lugar, y los invitados todavía no llegaban, ¿qué íbamos a hacer?
Le hice una seña para que no hiciera ruido y caminé lentamente hacia la puerta. Cuando estaba a un par de metros, escuché una vocecita.
–¡Mami!– gritaron desde el otro lado de la puerta.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro.
Abrí la puerta para encontrarme con Nathan y a la pequeña Emma junto a él.
Emma era una niña realmente preciosa. Tenía el cabello oscuro como el cielo de media noche y unos majestuosos ojos grises. Era la hija de Nate y Gaby. No biológica, por supuesto.
Resulta que Nathan no puede tener hijos...
La noticia no le cayó nada bien cuando se enteró, pero por suerte ya sabía que el hijo que Lucy esperaba no era suyo cuando llegaron los resultados de sus exámenes. Tuve que decirle, y, aunque al principio no me creyó, decidió hacer una prueba de paternidad el mismo día que nació el niño.
Para resumir lo que sucedió ese día... Nate ya no tiene permitido entrar a ese hospital como visitante debido al escándalo que armó cuando supo que su novia lo había estado engañando prácticamente desde que empezó su relación.
Y bueno... no he vuelto a ver a Lucy desde ese día, lo último que escuché es que estaba trabajando en un bar de mala muerte. A veces siento lástima por ella, pero se lo buscó: engañó a mi mejor amigo e intentó matarme cuando estaba en el hospital. Y aunque no esté bien alegrarse por las desgracias ajenas, admito que se siente bien saber que está recibiendo lo que se merece.
Para hacer la historia más corta... hace cuatro años, cuando yo estaba en el hospital, él empezó a desarrollar sentimientos por Gaby (o tal vez ya los tenía, pero no lo aceptaba, nunca nos ha querido decir). Un par de meses después de terminar con Lucy, decidió formalizar su relación con Gaby, y debo decir que jamás había visto a Nate tan feliz como cuando está con ella, definitivamente son almas gemelas, se complementan de una forma que nunca creí posible y pues... son la pareja más bonita que he visto, después de mi Frankie y yo, por supuesto.
Después de un año de relación, Gaby le propuso matrimonio a Nate, y honestamente todos sabíamos que sería ella la que daría ese paso, la forma en la que le propuso matrimonio es una historia para otro día, pero si tuviera que describirlo en una palabra sería: caótico.
ESTÁS LEYENDO
El Tatuador
Novela JuvenilYo era una chica buena. Nunca hice nada que pudiera afectarme o afectar a otros, mucho menos a mi familia. Pero... al llegar a una nueva ciudad, todo cambia. Nunca creí que podía transformarme tanto simplemente por complacer a un hombre. Mucho me...