El Tatuador

"Está en coma inducido"

Pasamos la noche en el hospital acostados en un sillón de la sala de espera. Éramos los únicos ahí y de cierta forma, me molestaba ser los únicos sufriendo.
Sé que es egoísta de mi parte pensar de esa forma pero es inevitable. Nadie quiere sufrir y si lo hacemos, nos reconforta saber que hay alguien que está peor que nosotros.

No tuvimos noticias de él en toda la noche ni en la mañana siguiente.

Pasado el medio día, Megan se levantó, por primera vez desde que llegamos, en busca de algo de comida.

Justo cuando mi hermana salió de la sala, el doctor apareció con varios papeles en las manos.

Me levanté rápidamente y corrí hacia él.

--Está estable pero está en coma inducido. Estará así un par de días, tal vez semanas, mientras su cuerpo termina de recuperarse--dijo mirando los papeles que sostenía.

--¿Pero estará bien?

--Sí. Estamos haciendo lo posible. Responde a los tratamientos pero depende de él si sobrevive o no.

A pesar de la arrogancia en el tono de voz del doctor, encontré tranquilidad en lo que dijo.

Le agradecí y le pedí que me mantuviera informado.

Se dio la vuelta y salió por donde había entrado.

Volví a mi asiento y solté todo el aire que había estado conteniendo sin darme cuenta.

Un par de minutos más tarde, Megan volvió con dos vasos de café y una bolsa de algo que aún no sé de dónde sacó pero era delicioso.

Pude comer a gusto, pues sabía que mi amigo ya no corría peligro.

Una vez terminamos de comer, vi a Megan bostezar.

--Ve a descansar--dije.

--¿Qué?

--Ve. Descansa. Yo me quedaré aquí un rato más.

Asintió.

--Me avisas si sucede algo --dijo y salió.

Por favor, Dean. Recupérate pronto.