Niall dio un gran y largo suspiro. —Liam y Louis se irán de viaje, Harry y yo nos quedaremos en Inglaterra. —Me miro. —No queremos ir a un hotel, pues nos encontrarían rápido, aun no queremos que sepan en donde estamos.
No entendía lo que realmente quería decir, ni él porque no querían que las fans supieran sobre en donde están.
Niall jugueteo un par de segundos con sus dedos.
—Lo que Niall trata de decir. —Liam comenzó a hablar. —Es que si nos podemos quedar aquí, por una noche.
Mi corazón casi se sale, ¿One Direction por una noche en mi casa?
Suspire y Sonreí. —Me encantaría, aunque como se habrán dado cuenta... —Baje la mirada. —Mi casa es muy pequeña, 3 recamaras y 2 baños.
—Becca. —Louis sonrió. —La sala es perfecta, dormire en este sofá y los chicos en él suelo. Él otro sera para Paul. —Señalo a uno de los hombres de traje negro.
Todos rieron, y fue imposible no hacerlo.
La puerta de entrada se abrió y agradecí él hecho de que mi madre llegara.
Me levanté y caminé hacia ella, la cual estaba dejando sus cosas en él perchero.
—Ella es mi madre. —Sonreí y todos la miraron.
—Hola chicos. —Sonrió. —Un gusto conocerlos, son aun mas guapos en persona.
—Mamá. —Susurre con un poco de vergüenza.
Los chicos rieron y la saludaron. No puedo creer que mi madre no se ponga nerviosa, es tan imposible, es muy diferente verlos en la televisión que tenerlos frente a ti.
Mi mamá se sentó y me senté junto a ella, los chicos le dijeron sobre lo de quedarse en la casa.
—Podemos convertir la sala en una habitación. —Comenzó a decir mi madre. —Louis se puede quedar en mi habitación.
Louis río y bajo la mirada. Nosotros reímos.
—Se lo agradecemos mucho. —Niall le dijo.
—No tienes nada que agradecer, es un placer tenerlos aquí. —Tomó mi mano. —Si vieran a mi hija. —Sonrió. —18 años y llora por todo cada vez que los ve.
Reí y escondí mi rostro.
—Tienes una hija hermosa. —Harry dijo. —Nos alegra estar aquí, Niall insistió, nos platico de sobre Becca, y nos pareció buena idea conocerla en persona.
—Tenia que salir a su madre. —Mi madre sonrió y me miro, mi primer reacción fue bajar la mirada.
Platicaron un rato, yo solo escuchaba su conversación, pues no me salia ni una sola palabra. Comimos pizza, mi comida se quedó en él refrigerador, pero me divertí mucho, decían cosas graciosas para que yo entrara en confianza y dejara de ser tan callada. Lo lograron, bueno un poco.
••••••
—¿Seguiras siendo negativa? —Mi madre preguntó mientras acomodaba las almohadas.
—Perdón, mamá. —Hice una mueca. —Esque aun no me lo creo.
Nos encontramos en la sala acomodando lo mejor posible para que estén cómodos, mientras están en los cuartos tomando una ducha.
Al terminar, me despedí de ellos, los cuales me regalón un lindo abrazo.
Me encerré en mi habitación, tome una ducha y me acosté.Me quede dormida, pero desperté a la hora, pues tenia mucha sed. No podía ir a la cocina por un vaso, no los quería despertar, pero no aguantaba las ganas de beber un poco de agua.
Me levanté cuidadosamente de mi cama, abrí la puerta sin hacer ruido, mi mirada iba hacia abajo, pues no quería tropezar con algo.
Cuando iba bajando, mire a los chicos, todos estaban dormidos, me quede un momento admirando los y volví a bajar mi mirada para no tropezar con algo.
Al llegar a la cocina, me detuve y rápidamente puse mis manos en mi corazón, él cual latía muy duro y rápido.
Niall estaba con su celular recargado en una mesa en donde preparamos las cosas.
—Me... Me has espantado. —Dije tratando de respirar.
—¿No me habías visto? —Me miro. —Te vi desde que te quedaste viendo a los chicos desde la escalera.
Sentí como mi rostro se tornaba a un color rojo.
—Solo he venido por un poco de agua. —Saque un vaso. —¿Quieres un poco?
Él asintió y regrese por otro vaso. Mi mano estaba temblando, ni siquiera podía servir él agua.
—Haber, te ayudo. —Niall tomó él vaso y la jarra, sentí un pequeño roce con su mano, lo cual provoco algo extraño en mi.
—Gracias. —Sonreí y tome él vaso. —Creí que estabas dormido.
—Simplemente no podía. Me levanté y tome mi celular. —Dijo y lo dejo en la mesa. —Por cierto, muchas gracias por aceptarnos.
—Es un placer tenerlos aquí. —Sonreí y negué con la cabeza. —Nunca me imagine que One Direction se quedarían en mi casa.
—Mañana... —Me miro fijamente. —Te parece si platicamos, tenemos mucho de que hablar.
—Cl... Claro. —Sonreí.
—Gracias por él agua, creo que dormire un rato. —Se acercó a mi.
—No es nada. Descansa.
—Gracias, linda, tu también.
Me dio un beso en la mejilla y se fue con los chicos. Cubrí mi boca con mi mano, en ese momento quería gritar y comenzar a correr por toda la casa, pero me tenia que tranquilizar, y eso fue lo que hice.