Misa en casa.

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—Lo encontrarás...

Ross se separa del abrazo y entra a la casa. Yo suspiró. ¿Por qué en ocasiones puede ser tan dulce, y después se vuelve tan pesado? Me parece un tanto bipolar. Pero ese no es mi problema, creo que ni siquiera somos amigos, sólo conocidos.

Entró a la casa y me quedó quieta debajo del marco de la puerta. Puedo ver que Ross está en estado de shock y que su hermana, Rydel lo está abrazando con mucha dulzura. Esto me llama la atención, pero más me desconciertan las velas que están en un sector específico, el comedor, la mesa. Hay muchas velas encendidas, creo que unas diez, o tal vez más.

—Laura, pasa...

Martina me invita a entrar. Cierro la puerta y me colocó cerca de Rydel y Ross, ellos me miran. Rydel suspira de mala gana y Ross sigue en estado de shock, sólo que sus ojos están rojos, casi a punto de llorar.

—Ella no debería estar aquí —me dice Stormie.

Yo asiento, porque realmente me estoy sintiendo fuera de lugar. ¿Qué se supone que están haciendo? Tal vez se quieren comunicar con algún muerto. ¡Oh, no! Definitivamente no quiero que me persiga ningún fantasma loco.

—Laura, estamos celebrando el aniversario de la muerte del padre de Ross —me explica Martina.

Mis ojos se abren cómo platos. Ross comienza a llorar, pero esconde sus lágrimas bajo su cabello. No es él único que llora, todos los demás lo hacen, incluyendo a Martina.

—Quédate, es bueno que muchas personas celebren a un muerto, les hace bien saber que aún son recordados —me comentó Martina.

Yo me siento muy nerviosa, pero sólo asiento.

Todos nos sentamos alrededor de la mesa. Él único ausente es Mark, puedo comprenderlo, porque técnicamente, no es parte de la familia. Yo tampoco lo soy, así que debería irme. Pero no puedo, Martina quiere que me quede y con toda la sinceridad, tengo curiosidad por ver qué pasa.

—Fuiste una persona hermosa, es una pena que hayas muerto. Siempre te quise, fuiste un hijo ejemplar...

Todos los presentes dedicaron palabras al difunto. Yo escuché todo. Martina realmente extrañaba a su hijo, Rydel extrañaba a su padre, aunque nunca pasaron tanto tiempo juntos, dice que aún recuerda la promesa que le hizo y que le encantaría que la hubiesen cumplido. Stormie extrañaba a su esposo y deseaba tenerlo con él.

—¿Algo qué quieras decir, Ross?

De pronto todos fijamos nuestras miradas en Ross. Él simplemente suspiró y tomó sus dos manos.

—Siempre te recordaré porque fuiste él mejor padre. Moriste cuando yo era un niño, no pudimos pasar tanto tiempo juntos y me hubiera gustado conocerte más. Pero la vida tenía otros planes...

Ross lloraba. Se calló. Stormie, que era quién estaba más cerca de él, le dio un fuerte abrazo. Pude ver cómo Martina entre llantos, suspiraba.

—Espero que algún día cuentes bien ¿Cómo es que murió mi hijo? —le pidió Martina, entre llantos.

Ross se separa de Stormie. Nos mira a todos y sujeta su cabeza con fuerza, se ve bastante mal, bastante mareado. Me sorprendo, nunca lo había visto tan vulnerable, siempre pensé que era un hombre de hierro, muy fuerte. Pero como bien dicen, todos tenemos un punto débil.

—Permiso...

Ross sube las escaleras corriendo. Todos lo observamos.

Realmente está muy mal, se ve tan vulnerable. Debe sufrir mucho, y más con eso de que es él único qué sabe el motivo de la muerte.

—Laura, si quieres subir, hazlo —me dijo Martina.

Yo le di las gracias y asentí, pero antes dije: "Qué seas feliz en el cielo, que descanses en paz. Nunca te conocí, pero sé nota que fuiste muy querido. Te deseo toda la paz que mereces tener ahora que no estás".

Vi que Rydel y Stormie se quedaban con la boca abierta, no se esperaban eso. Pero Martina simplemente asintió, con los ojos cerrados. Creo que ella sí se lo imaginaba.

Subí las escaleras lo más lentamente posible, para no dañar más a mi pobre pie. Al subir, vi que Ross tenía la puerta de su habitación abierta, ya no lloraba. Él me vio, y se levantó.

—Laura, tenemos que hablar —dice de tono serio, ya frente a mí...

Laura pudo sorprender a la familia Lynch al dedicarle palabras al difunto. ¿Alguien esperaba eso? Pues claro, si Laura es la imagen de la inocencia. Y bueno... ¡Ross quiere hablar con Laura! ¿Qué querrá? Jaja, pronto lo sabrán.

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