Con la misma moneda.

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El descanso acabo y obviamente todos volvimos a nuestro trabajo, a atender mesas y todo eso. Yo me di cuenta de que Ross estaba trabajando de otro modo, ahora sonreía, agradecía, era bueno con todos. Eso me sorprendió.

—¿Qué mosca le picó? —preguntó Calum, que también estaba pendiente de Ross.

—No lo sé, pero me parece algo muy positivo —respondí sonriendo. Al fin Ross recapacitó.

Lo seguí observando, porque el lugar no estaba tan lleno. Por lo que me senté un rato.

Ross iba con una bandeja, en lo que un cliente, le hizo una sancadilla, por lo que Ross cayó al suelo y él torpe cliente se empieza a reír a carcajada limpia.

—¡Eso no se hace!

Estoy por ir a interferir, para retar a ese torpe. Pero Calum me sujeta por los hombres deteniéndome.

—No lo hagas, él tiene que mejorar cómo persona —me explica Calum —. Tenemos que ver cómo reacciona.

Yo asiento, aunque no estoy muy convencida y me dedicó a ver lo que Ross hace.

—Lo siento, fue mi error... —se disculpa con una sonrisa fingida.

—¡Eres un tonto! —él cliente se levanta, y mira a Ross de arriba hacía abajo, luego frunce el ceño —. Toma, cómprate algo lindo.

Antes de que Ross pudiera decir algo, él le lanza dinero por la cabeza. Se ríe, y se va.

Ross suspira, toma el dinero y se va corriendo, subiendo las escaleras.

—Iré a ayudarlo —le avisó a Calum suspirando.

—Tienes la pierna mala, ¿Cómo planeas subir? —pregunta Calum.

—Lento, me tomaré mi tiempo.

Voy al baño y tomó la toalla azul que está colgada, veo un botiquín de auxilios y sacó curitas, por si Ross se rompió algo.

Veo la escalera y enseguida suspiro. Normalmente la subiría corriendo, pero no puedo debido a mi pie. Subo lentamente, porque no me quiero lastimar más.

—¡Maldita vida! —grita Ross, cuando ya he subido. Cree que está solo.

—Te portaste muy bien —digo.

Él me mira, se sienta. Yo me acercó lentamente, y con la toalla limpió su uniforme, su cabello. Intentó limpiar su rostro, pero rápidamente él me empuja.

—¡No soy un niño, no necesito tú ayuda! —Ross baja las escaleras corriendo.

Yo bajo a mi ritmo, y Calum nos dice que podemos irnos. Que ya cumplimos y que los dos merecemos ir a descansar. En silencio, vamos al auto. Él no dice nada y comienza a manejar. Yo me siento adolorida, porque mi pierna no está en buenas condiciones.

—Yo no soy frío, tampoco soy odioso —dice de la nada y yo frunzó aún más el ceño —. Así que por favor, aléjate lo más que puedas de mí —dice frío, muy frío.

Recuerdo que esas son las palabras que escribí en la nota que había que darle a cada trabajador y me sorprendó de que me haya descubierto. Simplemente ruedo los ojos y me cruzó de brazos. Ahora más que nunca, estoy decidida a decirle a Martina que volveré con Raini, que no puedo seguir en esa casa. Suspiro, esto es realmente desesperante.

Lo que le pasó a Ross, ya había pasado antes, al principio de la novela. Sólo que fue Ross quién le hizo eso a una persona, jaja. Y bueno, Ross sigue siendo malo y serio con ella. Pero él se dio cuenta de que la nota donde no lo criticaban era de Laura. ¿Ahora Laura se irá de la casa Lynch? ¿Qué creen que pase? ¡Gracias por todos sus votos! Ustedes son grandiosas.

The True.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora