Esa noche...
Cierto Rubio manejaba a toda velocidad, gracias al Cielo era tarde y no había muchos vehículos. Gracias a la velocidad con la que manejaba, llegó a destino en la mitad del tiempo habitual.
Estacionó su auto y bajó rápidamente de él. Entonces golpeó la puerta de modo desesperado, golpeaba sin parar. Después de unos diez minutos, abrieron. Riker se veía bastante enojado.
—¿Qué haces aquí a está hora? —preguntó Riker molestó. Vio su reloj y se percató de que faltaban diez minutos para las dos de la mañana —. ¿No podías esperar hasta mañana?
—Necesitó hablar con él niño que estás cuidando —respondió Ross de modo firme.
—¡¿Estás loco?! Son casi las dos de la mañana y no tienes idea de difícil que es dormir a un niño —Riker movía sus manos —. Tendrás que irte y volver mañana.
—¡No puedo esperar!
Ross empujó a Riker, que cayó de espaldas en el sofá que ahí se encontraba. Riker maldecía fuertemente. Ross se aprovechó de eso y subió las escaleras corriendo, ya que recordaba perfectamente donde quedaba el cuarto de huéspedes. Abrió la puerta y encontró a un niño durmiendo felizmente. Sintió algo de pena ya que tendría que despertarlo. Entonces, comenzó a tocar su cuello con fuerza. Él niño se despertó gritando asustado.
—Todo está bien... —susurró Ross.
Él niño se estiró y encendió la lámpara que tenía en su velador. Sonrió al ver al Rubio.
—¡Detective, Detective! —se sentó en la cama y aplaudió eufórico.
—¿No estás un poco grande para jugar a los Detectives? —preguntó Riker posicionándose al lado del otro Rubio. Ross rodó los ojos.
—El caso ha tomado un giro inesperado, como esos que tienen las películas —Auggie colocó ambas manos en su boca, debido a la emoción. Riker los miraba con una ceja enarcada, ya que estaban hablando tonterías en la madrugada y le habían quitado horas de su sueño de belleza —. Digamos que descubrí que esa chica de la que te hablaba tiene que ver contigo —los ojos del pequeño se abrieron de par en par —. ¿Te suena de algo el nombre Laura?
—¡Hermana, hermana, hermana! —Auggie se levantó de la cama y comenzó a saltar de un lado a otro, completamente emocionado. Ross asintió al confirmar sus sospechas, ése niño realmente era él hermano de Laura. Se acabó el misterio, ya no estaba perdido.
—...—
Riker se encargó de dormir al pequeño otra vez. Sólo que ahora esa tarea fue aún más difícil debido a que él sólo preguntaba por Laura, quería verla, abrazarla y jugar con ella.
Después de lograr su objetivo, bajó al salón para encontrarse con él otro Rubio, que lo esperaba ya sentado en en comedor. Riker suspiró y se sentó frente a él.
—Sé que debes tener muchas dudas respecto a este tema —Ross asintió. Riker jugaba con sus manos, nervioso —. Ése niño llegó solo a mi Bar durante una noche, él entró y enseguida se instaló en el piano. Yo intenté sacarlo, le hablaba y todo eso, pero él parecía no escuchar nada —explicó. Ross asintió, sabía que él niño era un prodigio del piano, ya que Laura se lo había contado.
—¿Y porqué no lo llevaste a la policía? Había muchos carteles de él, su familia lo buscaba con desesperación.
Ross recordó todas esas ocasiones en las que Laura lloraba desesperadamente por su hermano, las ocasiones en las que lo buscó en otras casas. Y siempre estuvo tan cerca.

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The True.
FanfictionLaura vivió toda la vida con su padre. Hasta que un día, él decidió comenzar a salir con Jill Mitchell, quién se convertiría en su madrastra. Ella a pesar de ser millonaria, quería dedicarse a estudiar algo simple: gastronomía. Simplemente quería se...