Capítulo: 21

2.8K 230 81
                                    

Sexo salvaje

Acabó sentada a unos metros de la entrada de un bar. A ella no le gustaban los bares, ella no quería estar allí. Pero allí estaba, sentada, había encontrado el aire frio que la noche le daba. El aire que ella necesitaba. Cerró sus ojos con delicadeza al sentir como su corazón lloraba sin consuelo en el interior de su pecho y dos lágrimas cayeron de sus ojos, una de cada uno de ellos. Escuchó las risas de unas muchachas que pasaban por detrás de ellas, sus ojos aún estaban cerrados. Los tacones de las muchachas guardaron silencio y entonces escuchó su voz.

— ¿Dafne?

Abrió sus ojos y secó sus lágrimas antes de mirar para atrás. Tras su espalda había dos chichas de figuras esbeltas y entre ellas estaba el que le habló. Llevaba una chaqueta vaquera, le quedaba grande, como a ella la camiseta negras de tirantes. Le dijo a las dos que lo acompañaban que fueran para dentro que en unos minutos estaba con ellas de nuevo y se sentó junto a Dafne una vez las vio entrar. Iba a hablar, pero Dafne se lanzó a sus brazos y no dijo nada.

Volvió a cerrar los ojos mientras respiraba tranquila en su pecho. Tenía uno de sus delgados brazos alrededor de su torso, se aferraba a la chaqueta vaquera. Colocó una mano, la que no tocaba la tela vaquera, junto a su rostro en la camiseta verde caza que él llevaba puesta. Él acariciaba su espalda por encima de la chaqueta de cuero falso. Su barbilla apoyada en la cima de Dafne. Sentía en su rostro el aire frio de la noche el que Dafne ya no necesitaba.

Se separaron muy despacio. Louis colocó sus manos en los cachetes de Dafne, sujetó su rostro y besó su frente. Soltó el rostro de la chica, le acarició el pelo mientras se miraban y habló.

—Puedes mentirme si quieres haré como que te creo. — Le sonrió levemente. — ¿Qué haces aquí?

—Necesitaba un poco de aire. — No mintió, los dos lo sabían. Necesitaba aire y lo encontró allí. — ¿Me invitas a una copa?

Louis asintió y los dos entraron pero no le invitó solo a una copa. Empezaron con unos chupitos de tequila, Louis rió cuando Dafne se bebió el primero, le había quemado la garganta y no pudo evitar arrugar la cara. Antes de beberse el segundo chupito, Louis le explicó que sabría mejor si primero se ponía un poco de sal en la mano y la chupaba, Dafne lo hizo pero supo igual de mal. Incluso cuando Louis le hizo morder el limón a ella le quemaba la garganta, él reía a carcajadas. Después del tercer chupito de tequila Dafne tenía entre sus manos un vaso de tubo, Louis le dijo que le gustaría algo más y este bebió de su vaso. Dafne lo imitó, tampoco le gusto, pero no quemaba, al menos no como los chupitos de tequila.

Las dos chicas que antes acompañaban a Louis aparecieron por detrás de ellos, reclamaban a Louis y Dafne le dejó marchar. Siguió bebiendo en la barra. Bebía alcohol, no le gustaba, pero ella lo seguía bebiendo.

Pasaron horas hasta que Louis volvió a encontrarse con su grupo de amigos, Estaban sentados en sillones alrededor de una mesa llena de botellines de cerveza y vasos vacíos. Iba a sentarse junto a Rosalía pero vio a Harry y se acordó de Dafne. Aquel dios griego parecía divertirse mientras una morena sentada sobre sus piernas le besaba con desespero el cuello mientras él le metía la mano bajo la falda a la rubia sentada junto a él. Una tercera muchacha se acercó a Harry, tenía los labios pintados de rojo. Le susurró algo en el oído y él con agilidad y prisa sacó la mano de donde la tenía y se quitó de encima a la que le besaba el cuello.

Harry agarró la mano de la muchacha que se le acerco y tiró de ella. Louis le paró, se acordaba de Dafne.

—Harry...— Trató de hablar pero no lo dejó, Harry no lo dejó.

—Ahora no. — Miró a la chica con los labios pintados de rojo. — Laura y yo vamos a echar un polvo.

—Lucia. — Le corrigió ella mientras le sonreía.

Ella {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora